Ya está bien con el rollo de que la solución es que todo el mundo tenga plandes de pensiones privadas. En Estados Unidos han quebrado muchas empresas, llevándose por delante los planes de inversión que habían invertido en ellas. Los sueldos en España no dan ni para seguros médicos de calidad, ni para planes de pensiones privados que garanticen una pensión digna a partir de la jubilación. El asunto estriba en que mucho listo y lista querrían que el dinero de las pensiones se dirigiese a la banca, que ese si que es un pozo sin fondo. En Estados Unidos, cuando un banco quiebra, quiebra, y no pasa nada.
Que uno no tenga por narices que pagar un seguro médico obligatorio -estatal (S.O.E: Seguro Obligatorio de Enfermedad se llamaba al principio; e Instituto Nacional de Previsión; por eso debe ser que los socialistas dicen que lo inventaron ellos: SS) no quiere decir que esté obligado a pagar un seguro privado; puede ir al médico por libre y comprar las medicinas, etc., lo que sería más rentable si no estuviera, como está hoy, mediatizado por la competencia del sistema público:
la burocracia en todas las escalas -sobre todo en las altas cargas- se está comiendo en este país todos los servicios reales
¿cuántos tinglados, ordenadores y despachos, inspectores y subsecretarios, y directores generales y chóferes... y conserjes se montan para que el médico pueda auscultar al paciente, para que el maestro pueda ver la hoja de palotes del aprendiz?