Cuando las compañías españolas llegaron a la República Argentina, yo ya estaba allí. Había visto como los gringos eran expulsados del país con los pantalones caídos y los bolsillos vacíos entre la juerga general. No me costó mucho saber lo que iba a pasar. Cuando hablando con un alto directivo de la compañia que sacó (parcialmente, claro) a La Argentina del siglo XIX -Telefónica naturalmente-, me contó que el senado de la nación les mandaba propios para asegurarse de los metros de cable que tendían, porque la mordida, coima o soborno, era por metro lineal, pensé: Por supuesto... et voilà!
Cuando mi familia, in illo tempore, decidió imitar a Froilán "avant la lettre" y dispararse en los piés invirtiendo en La Argentina, encargándome además los trámites, supe que el asunto no acabaría bien. Pocos meses y bastantes dólares perdidos (digamos sustraídos) más tarde, tras haber sufrido intentos de saqueo por parte de medio mundo, desde la gobernaduría del Estadito hasta el conserje del parlamento provincial (no exagero), mi familia tiró la toalla y se replegó a Chile, país donde trabaja y prospera con menos sobresaltos.
A los españoles nos pasa habitualmente esto: que quien más nos jode es quien más nos gusta.
Helas!
Que razón tiene MV. Y que bien los conoce. Supongo que por ser del mismo continente el Modus operandi lo tiene más que visto. Siempre dije que la inversión española en Argentina era un error. No se puede invertir en un país de opereta con acreditada fama de mal pagador, mal administrador y gorrón. No merece la pena meter el dinero en estados populistas como el argentino que, en realidad, nunca han sabido administrar nada, sea materias primas, ferrocarriles, aerolineas o petróleo. Además en el caso español cualquier inversión siempre será vista desde el prisma del aprovechado capitalista, del explotador colonial y demás sandeces habituales. Todo ello propio de un país que “nunca fue” y en el fondo acomplejado por estar en crisis casi permanentemente desde hace más de 50 años. Argentina es un experimento desgraciadamente fallido, sobre todo gracias a la peste peronista. A estas alturas y después de casi 200 años de independencia debiera tener una renta per cápita como la de Australia y sin embargo obsérvese el lugar que ocupa en el hit parade. Vargas llosa conoce bien el percal del que esta hecha la montonera.. En fin, que los demagogos Peron, Menem, Kirchner etc no vienen de Marte sino de la sociedad en que están. Aún veremos más de la demagoga de la rosada.
Les contesto mediante un fragmento de su genial Machado...
"Castilla miserable, ayer dominadora,
envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora".
Atte.