De puertas para adentro, el Gobierno admite la dificultad "real" de algunas comunidades autónomas para cumplir con el objetivo de déficit público, situado en el 1,5% para el presente año. Para el Ejecutivo, llegar a este compromiso es algo irrenunciable, bajo amenaza de intervención. Y los informes que empieza a recibir el Ministerio de Hacienda de determinadas regiones no son nada halagueños.
Los gobiernos autonómicos tienen hasta el próximo día 30 abril para presentar sus cuentas reequilibradas y para ajustar sus presupuestos de acuerdo a la realidad económica. Algunas, como la Región de Murcia o, próximamente, las Islas Baleares, ya han anunciado nuevas medidas para llegar a lo establecido. Sin embargo, otras están aún lejos de cumplir con el 1,5%.
Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana son las que más preocupan al Ejecutivo. De hecho, Cristóbal Montoro ha llegado a devolver los planes de ajuste de las dos primeras para que los corrijan, al considerar que no se ajustan a la realidad, según avanzó El País. Por eso, este viernes, tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera, Soraya Sáenz de Santamaría amenazó con que el Gobierno "cumplirá y hará cumplir la Ley de Estabilidad".
En Moncloa aseguran que tienen que ser extremadamente escrupulosos con el cumplimiento de plazos y requisitos, porque la Unión Europea está vigilante y cualquier paso en falso podría derrumbar la estrategia del presidente de recobrar la confianza. "En este barco estamos todas las administraciones", continuó la vicepresidenta, llamando a "esfuerzos importantes" perseverando "la viabilidad en los planes de ajuste".
Ahora bien, si no se cumple, "habrá intervención", sentencian fuentes consultadas. "En mayo vamos a aplicar todos los mecanismos de control sobre las comunidades autónomas, llegando sin duda alguna a la intervención si son incapaces de cumplir con sus obligaciones financieras", afirmó, esta misma semana, Antonio Beteta, secretario de Estado de Administraciones Públicas.
Cristóbal Montoro no descarta, incluso, que alguna comunidad se quiera acoger a la intervención al encontrarse desbordada por la situación. "Lo único claro es que España cumplirá con sus compromisos", se insiste sin cesar por parte del Ejecutivo. Lo curioso es que la única voz discordante entre tanta firmeza es la del propio Mariano Rajoy, que aseguró este jueves, durante una conversación informal con periodistas, que no hay prevista ninguna medida para intervenir alguna autonomía.
Esta posibilidad, la de que el Gobierno tenga que asumir las cuentas de alguna comunidad, cobra fuerza en una semana especialmente complicada para la economía española, con la prima de riesgo sin regresar a niveles de tranquilidad relativa y con la Bolsa en números rojos. Sáenz de Santamaría admite la difícil situación, y responde "el ambicioso programa de reformas" así como "con el pacto de estabilidad fiscal". "En esa línea vamos a trabajar", destacó, agradeciendo los elogios de los últimos días tanto del FMI y la Unión Europea, que -recalcó- "no es al Gobierno sino al pueblo español".