"Vamos a ir a por todas". Con esta palabras finalizaba Antonio Brufau, presidente de Repsol, la rueda de prensa que este martes ha dado en la sede central de la compañía en Madrid. El empresario español ha sido muy contundente en sus acusaciones al Gobierno argentino, del que ha dicho que engaña con los datos para justificar "un acto absolutamente ilegítimo e injustificado desde el punto de vista jurídico".
En primer lugar, Brufau ha denunciado la "campaña de hostigamiento" del Gobierno argentino que buscaba "rebajar el valor de la acción de YPF", para así abaratar la expropiación hasta conseguir "un precio de saldo" (algo en lo que han tenido éxito, puesto que los títulos han caído a la mitad de su valor en un año).
De hecho, el precio de la operación para el país austral es una de las claves más importantes que quedan por resolver. Brufau ha explicado que según los estatutos de YPF (establecidos en el momento de su privatización en la década de los 90), existen cuatro valoraciones objetivas alternativas de la compañía y la obligación del que quiera hacerse con ella es realizar una OPA del 100% del capital por la mayor de estas valoraciones. Según sus cuentas, esto dejaría el valor legal de YPF (el real es "muy superior", ha asegurado) en unos 18.000 millones de dólares, de los que unos 10.500 millones (unos 8.000 millones de euros) le tocarían a Repsol. "Todos los Estados tiene derecho a expropiar, pero a pagar también el precio justo", afirmó Brufau, "vamos a pedir lo que dice la ley".
El presidente de la petrolera ha asegurado que "estos actos no quedarán impunes" y que tomarán "todas las medidas legales a su alcance" contra el Gobierno argentino, incluyendo un "resarcimiento por daños y perjuicios". Para conseguirlo, presentará demandas que van de lo contencioso administrativo a reclamaciones ante los mercados de valores y los tribunales internacionales de arbitraje. Además, ha destacado lo "discriminatorio" de la medida, puesto que sólo se nacionaliza YPF y ninguna compañía más y sólo son las acciones de Repsol las que se ven afectadas por la decisión.
De la felicitación a la expropiación
En este sentido, gran parte de la comparecencia de Brufau ha estado dominada por el relato de la actuación de Repsol y del Gobierno argentino desde que la compañía española comprase YPF. Hasta hace unos meses, el empresario ha asegurado que desde Buenos Aires sólo llegaban buenas palabras a la empresa.
Incluso, ha mostrado declaraciones de la propia presidenta argentina de septiembre de 2010 en las que aseguraba que el Plan Estratégico de YPF "reafirma por sobre todas las cosas un optimismo en el presente y en el futuro" y en las que agradecía a la compañía "por continuar con sus inversiones en el país y ser el mayor contribuyente".
Todas estas palabras han quedado en nada con la expropiación que Brufau ha relacionado directamente con el yacimiento de Vaca Muerta, en el que se han descubierto más de 22.000 millones de barriles equivalentes de petróleo.
Este hallazgo, unida a la situación de crisis energética que vive Argentina, ha llevado a sus responsables a "levantar la bandera de la expropiación y buscar responsables, con lo que creen que se va a superar la situación". En este sentido, indicó que los descubrimientos no convencionales llevados a cabo por YPF en Argentina son "algo muy goloso".
El presidente de Repsol ha explicado que lleva meses intentando reunirse con Cristina Fernández de Kirchner, pero que ésta "no ha tenido tiempo", aunque sí lo ha sacado para recibir a estrellas del cine o de la canción. "Todo esto no es propio de un Gobierno avanzado. Es una actitud vergonzosa. Esta no es la Argentina querida", sentenció.
El Gobierno de España: "Firmeza y rigor"
Con quien sí se ha mostrado muy agradecido Antonio Brufau ha sido con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, del que ha dicho que se ha comportado "como debe, con firmeza, rigor y mesura". Preguntado por un periodista si no es un poco exagerada la reacción del Gobierno, puesto que Repsol es una entidad privada, ha respondido que, "si un Gobierno no se hace respetar, es mejor que no sea Gobierno". En este sentido, ha recordado que miembros del Ejecutivo incluso han ido a negociar y a buscar una solución, algo que finalmente no ha sido suficiente.
Por último, sobre el futuro de su compañía, Brufau ha asegurado que esto no va a afectar "en nada" a los intereses de Repsol fuera de Argentina, más allá de "la tristeza y el impacto emocional". Desde el punto de vista de los ingresos, recordó que ya estaba previsto no repartir dividendos de esta filial en los próximos años, por lo que el impacto será limitado.
De hecho, ha anunciado que en mayo presentarán ante la Junta General un plan estratégico a varios años en el que se YPF ya no formará parte de la empresa. En este sentido, Brufau ha afirmado que "le gustaría creer" que el proceso iniciado este lunes "no es irreversible", pero ha reconocido que no es "optimista".