La bolsa española ha bajado el 0,57 por ciento y ha cerrado al borde de los 7.200 puntos perjudicada por las ventas en el mercado de deuda -la rentabilidad de los bonos españoles ha superado el 6 por ciento, nivel desconocido desde noviembre pasado- y la caída de la banca.
Con la prima de riesgo en 435 puntos básicos, el principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, ha perdido 41,50 puntos, el 0,57 por ciento, hasta 7.209,10 puntos, nuevo mínimo anual y precio similar al registrado en marzo de 2009. Las pérdidas anuales crecen hasta el 15,84 por ciento.
En Europa, con el euro a 1,3307 dólares, Fráncfort subió el 0,63 por ciento; París, el 0,51 por ciento; el índice Euro Stoxx, el 0,42 por ciento; Milán, el 0,36 por ciento, y Londres, el 0,26 por ciento.
La sesión
La caída superior al 1 por ciento de Wall Street el viernes y las ventas en el mercado de deuda arrastraban a la bolsa española en la apertura, en la que registraba pérdidas moderadas y se aproximaba a 7.200 puntos. La decisión del banco central chino de ampliar un 1 por ciento la horquilla de fluctuación del yuan respecto al dólar influía en la cotización del euro, que también resultaba presionado por la deuda -la rentabilidad del bono español superaba el 6,1 por ciento y la prima de riesgo avanzaba a 430 puntos-.
La bolsa española rebotaba y superaba el nivel de 7.300 puntos mientras se conocía que la zona euro había obtenido un superávit comercial de 2.800 millones de euros en febrero. Poco después el mercado nacional volvía a registrar pérdidas y marcaba el mínimo anual durante la sesión en 7.186 puntos. Con la relajación de la situación en el mercado de deuda, la bolsa española se mantuvo bajo el precio de cierre del viernes hasta la apertura de Wall Street.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, apoyaba a España y mostraba su capacidad de España para solucionar sus problemas económicos y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reafirmaba el compromiso de España con el euro y la integración política europea.
A pesar de los resultados de Citigroup, la subida del 0,8 por ciento de las ventas minoristas estadounidenses en marzo volvían a permitir que la bolsa superara el nivel de 7.300 puntos, a lo que contribuía el anuncio del Banco Central Europeo de que no había comprado deuda la semana pasada. El avance de Wall Street ayudaba a mantener la subida, aunque posteriormente reducía sus ganancias por el retroceso del sector tecnológico.
Al final de la sesión, el mercado nacional se desmarcaba de las ganancias reinantes en Europa por la expropiación de YPF a Repsol en Argentina, la caída del petróleo Brent a 118 dólares, las ventas de deuda y la bajada de la banca.
Los valores
Excepto Repsol, que subió el 0,06 por ciento, e Iberdrola, que repitió cotización, el resto de los grandes valores bajaron, con BBVA, el 1,17 por ciento; Banco Santander, el 0,64 por ciento, y Telefónica, el 0,18 por ciento.
La mayor caída del IBEX correspondió a IAG, que cedió el 2,45 por ciento, en tanto que Abertis bajó el 2,41 por ciento; ACS, el 2,32 por ciento; Mapfre, el 2,12 por ciento: Banco Popular, el 2,04 por ciento, y FCC, el 2,03 por ciento.
Gamesa, por el interés de unas empresas chinas en comprar Vestas, comandó las ganancias del IBEX y de la bolsa con un alza del 6,66 por ciento, mientras que Abengoa se revalorizó el 1,47 por ciento, e Inditex, gracias a la mejora de las ventas de Hennes y Mauritz.
Ynipsa ocupó el primer puesto por pérdidas del mercado continuo con un retroceso del 12,11 por ciento, en tanto que después de Gamesa se situó Reno de Medici, que avanzó el 5,47 por ciento.
La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subía siete centésimas y se situaba antes del cierre en el 6,03 por ciento, mientras que el rendimiento de los títulos germanos bajaba una centésimas y quedaba en el 1,72 por ciento.
El efectivo negociado se ha situado en 2.233 millones de euros, de los que cerca de 500 fueron intermediados por inversores institucionales.