La canciller alemana Ángela Merkel ha abogado hoy en Praga por dar prioridad para trabajar en Alemania a los españoles desempleados frente a los inmigrantes de fuera de la Unión Europea.
"Si vemos que hace falta gente en Alemania, y en España hay un 40 % de jóvenes sin trabajo, no vamos a traer inmigrantes de fuera", ha dicho la mandataria en un debate público con su homólogo checo, Petr Necas, en la Facultad de Derecho de la Universidad Carolina.
Esto responde, según la dirigente democristiana, a una de las exigencias fundamentales de la UE, que promueve desde su fundación la creación de un mercado interno de mano de obra, servicios y capitales.
Sin embargo, tanto Merkel como Necas reconocieron el largo camino que aún queda por recorrer. Merkel ha hecho asimismo balance del proceso de integración comunitaria, tras haber transcurrido un lustro desde que se desencadenó la crisis financiera y económica.
Según la dirigente conservadora "la crisis ha mostrado que no funcionan algunas política comunitarias como deberían", y entre ellas mencionó todas aquellas medidas ligadas a la competitividad.
"Hay que mejorar la competitividad comunitaria", reiteró Merkel, en un mundo globalizado donde la UE cada vez tiene menos peso, ya que sólo genera el 20% de la renta mundial y tiene el 8% de la población.
La crisis también ha puesto de manifiesto "que las obligaciones (títulos financieros) de los países europeos no son veraces. Si se ganan las elecciones a base de prometer cosas, eso trae endeudamiento", por lo que la alemana ha abogado una vez más por homologar "las finanzas nacionales".
Ambos líderes reconocen como una asignatura pendiente la efectividad de los fondos de cohesión, orientados a mejorar la competitividad de zonas más deprimidas, y "de los que se han beneficiado sobre todo países como Grecia, Portugal e Irlanda", indicó Necas.
"En la crisis se vio que las dotaciones de estos fondos no se hicieron bien. Hay que lograr que los beneficiarios se coloquen entre los más competitivos de la UE", ha corroborado Merkel.