Las primeras consecuencias del plan del Gobierno para inyectar liquidez a las pymes empiezan a aflorar. Este martes, El Mundo informa de que la banca podrá quedarse con los pagos a proveedores que tenga deudas con la entidad financiera. Han sido los pequeños y medianos empresarios quienes han alertado sobre esta cuestión, pero lo cierto es que se trata de algo completamente legal y que no tiene por qué ser malo, ni para la actividad económica ni para el propio empresario.
El ministerio de Economía contempla la posibilidad de permitir a las entidades financieras sanear así su balance, liquidando las deudas vencidas que tenga con esos proveedores. De hecho, según el diario de Unidad Editorial, el Gobierno era consciente de que esta sería una de las vías seguidas por los bancos tras aprobarse el plan de liquidez; y advirtió que es la manera de poner al día a las administraciones.
Así, los bancos participarán en la creación del fondo de liquidez, a través de un crédito sindicado y después también cobrarán la mora, evitando que el dinero llegue a la actividad económica diaria. Los balances de los bancos quedarán saneados, no así los de los pymes y autónomos.
Desde el Gobierno, se admite que ésta era una posibilidad. Según la información de Marisa Recuero y Francisco Núñez, en Economía reconocen que "con ese dinero pueden producirse determinadas derivadas: que el proveedor lo utilice para cancelar sus deudas crediticias o que el banco exija su pago", algo que servirá para poner en orden las cuentas y mejorar la solvencia del empresario en cuestión.