Entre una enorme expectación y en una sala de prensa abarrotada de periodistas, Cristóbal Montoro ha presentado en el Congreso el proyecto de Presupuestos para 2012, los más "duros" y "austeros" de la democracia.
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas insistió en la idea de que estos presupuestos se han elaborado para "cumplir con el objetivo del déficit marcado por nuestros compromisos europeos", unas cuentas "comprometidas con la corrección del déficit público" y que no dañan la recuperación económica. "Son los que menos perjudican al crecimiento económico", sentenció.
En este sentido, Montoro corrigió a los que afirman que el texto presentado sólo entrará en vigor para ocho meses. "Estos Presupuestos se están ejecutando desde el 1 de enero de 2012", sentenció.
El ministro destacó que los PGE cumplían las máximas de austeridad porque es necesario corregir "el alto endeudamiento que acumula nuestra economía frente al resto del mundo", porque, según destacó "España tiene que cerrar esa brecha frente al resto del mundo. Y esa brecha radica en el sector público".
Tras Montoro, tomó la palabra Marta Fernández, secretaria de Estado de Presupuestos y gastos, quien hizo hincapié en que el ajuste que debían enmendar los Presupuestos "va más allá de los 17.000 millones que hay que ajustar" porque además, "hay que añadir los gastos obligatorios que crecen y que hay que pagar". En este capítulo situó, los "intereses de la deuda, unos 7.200 millones, y que necesariamente tenemos que pagar". La secretaria de Estado agregó que este año el sistema de Financiación "está dando ingresos al Estado".
Sobre el ajuste en los Ministerios dijo que "la estructura de gasto de cada Ministerio es muy dispar" y que el gasto de personal es en algunos muy acusada aunque en éstos "no tiene porqué ser ajustado inmediatamente".
El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre tomó la palabra para hablar de las medidas fiscales, sobre las que aseguró que "están diseñadas no para que se entiendan aisladamente, sino en el conjunto de la actividad macroeconómica". Aseguró que el objetivo era el "diseño de políticas fiscales que faciliten la recaudación pero que no asfixien la economía".
Ferre también habló de la polémica amnistía fiscal. Dijo que "responde no a un capricho del Gobierno sino a una tendencia internacional". Así, indicó que "no se repetirá en el futuro" y que ha sido de carácter "excepcional". Además, la medida también contempla dejar más clara la "excusa absolutoria", por el cual se podría quedar exonerado de responsabilidad penal si el afectado regulariza su situación".