El talante y la energia de Ana Pastor no son una novedad, ha sido es y sera torpe, poco clara y blandita. He visto la entrevista y he llorado, ni una idea ni un principio... nada, que poco bagaje moral e intelectual se necesita para ser ministro
No hay mas solucion que seguir en el camino enprendido en el que coincidimos todos, los expertos y los que los votamos, en este momento la solucion no son paños calientes es la contraria, una declaracion del gobierno en la linea de si se producen actos que obstaculicen el derecho al trabajo, en ese momento se acabaron las subvenciones
Pero me temo que el gobierno estara una vez mas en la linea de la ministra
Lo que hoy dice el editorialista de LD hasta yo lo veo también, por lo que no me cabe duda que lo ven Rajoy y sus asesores. Pero, ¿por qué tenemos duda -el editorialista y yo- de que nuestro Gobierno de ahora mantenga la firmeza necesaria para llevar a cabo las medidas correctoras que ha emprendido?. Cierto, que ni la figura ni los ademanes ni el verbo de Rajoy transmiten fuerza de carácter, pero no sería justo dejarnos, todavía, guiar por ellos; aunque malas señales son ciertas y recientes contemporizaciones de sus adláteres más calificados.
Pero no basta con la firmeza para recortar los gastos públicos y para reformar el mercado de trabajo, antes que ella -si no en el tiempo, en la necesidad- ha de aplicar el talento que tiene acreditado en abrir el sistema económico-social nacional de modo que todos podamos llevar con dignidad a nuestros hijos el pan de cada día. ¿Cómo?. Pues, ése es su problema. Tal vez alguien, más o menos heterodoxo, lo sepa, y él, pueda limitarse a discernirlo y escucharlo. Lamento que LD, excediéndose, para mi gusto, en su liberalismo programático, suela dejar de lado esta cuestión.
Como el Gobierno de España ceda ante la presión de PSOE, IU, sindicatos y Junta de Andalucía, en una actitud de apaciguamiento, está claro que van a interpretar la respuesta como un síntoma de debilidad que les va a estimular para continuar presionando.
Sin ninguna visceralidad, se puede afirmar que la izquierda española es insaciable y que a ella España le provoca, en el mejor de los casos, indiferencia. Por eso mismo, todo vale con tal de perjudicar a "la derecha". Caiga quien caiga. La lucha política, para ellos, tiene prioridad sobre los intereses reales de los españoles. Son grupos fuertemente ideologizados con dificultades muy serias para el análisis objetivo e imparcial.
Por eso, que se encuentren con un muro blindado. No sólo hay que mantener las reformas, sino que es necesario potenciarlas. Si el Gobierno de Rajoy se atreve a hacerlo, puede ser que algunos miembros de la izquierda comiencen a aprender que con protestas, coacción y violencia no se consiguen todos sus objetivos.
Así que nada de miedo. Al contrario, Rajoy tiene que decir "pa chulo yo".
¿A qué viene tanto cogérsela con papel de fumar?
Los andaluces tenían la oportunidad de iniciar su camino hacia Europa como hemos hecho casi todos los demás, pero a la hora de decidirse se han "CAGADO ENCIMA".
Luego, podemos analizar las causas de ese cague, pero por mi parte que lo hagan ellos, necesito una mano extra para remar hacia Europa por los que no van a hacerlo y otra para taparme la nariz.
Sra Ministra ,!! váyase al guano ¡¡ ,para eso no hemos elegido al PP en noviembre ,para que nos abochorne y nos venda en marzo ,no Sra Ministra , con estas cosas no se juega .
HAY QUE SEGUIR PROMETIENDO LA CUESTA ARRIBA
En realidad no creo en los tópicos de caracter a escala regional.No creo que se pueda generalizar sobre si los andaluces son así, y los catalanes asá.Pero el resultado de las elecciones andaluzas exige un esfuerzo de anÁlisis, un apeamiento del rubor o corrección.No puede ahora hablarse de derecha o izquierda, no es esa la clave,no.
La racionalidad democrática, el saneamiento de Andalucía exigía desalojar del gobierno autonómico a los ladrones que se han enriquecido gobernando democraticamente durante décadas. El pueblo no ha visto méritos para ello y más le ha valido mangante conocido que depurador que prometa cuestas arribas y calvarios esforzados.
Lo grave del magro resultado de la derecha deshauciadora es que desde ayer se puede decir que al menos en Andalucía [y probablemente en el resto del país] la lucha contra la corrupción no es una prioridad del pueblo, más populacho que nunca.Me da igual si los que sostienen la continuidad de los gobiernos de ladrones son de izquierdas o derechas, en ambos casos no rebasan la categoría de populacho, democrático por supuesto.El problema es que no querer la cuesta arriba acaba siendo ir cuesta abajo, y ya se sabe que cuando vas cuesta abajo sin control la velocidad empieza a aumentar hasta que te estrellas.En todo caso parece que en Andalucía aún no habían tocado fondo.
No hablaré de inferiores y superiores para referirme a razas,pueblos o culturas , son términos de terribles connotaciones y consecuencias. Pero no me satisface el más acomodaticio de culturas diferentes, no. Queramos o no hay culturas o pueblos menos eficientes que otros.
Y hay muchos elementos para probar la eficiencia, al fin y al cabo en el discurso nacionalista de los independentistas patrios late siempre la idea de ser más eficientes que las demás regiones, y ser para ellos un lastre caminar junto a regiones menos eficientes.
Buen apunte, Senex.
Creo que se trata de hacer los cambios gradualmente (que no lentamente), con talante reformista (no de ruptura) y sin olvidar el papel subsidiario del Estado en la economía.
Es necesaria una liberalización muy profunda, pero se puede hacer de distintas formas. Hagamos las reformas, pero con el salvavidas puesto. No es lo mismo retirar subvenciones a sindicatos y partidos políticos que reducir las prestaciones por desempleo. Aquello se puede hacer de golpe, pero ésto con la mayor sensibilidad y cautela. Lo importante es que a medio plazo nos hayamos quitado ciertos lastres de encima, tanto económicos como culturales. Que todos sepamos que las consecuencias de trabajar son buenas y las consecuencias de no hacerlo son malas. Lo que no puede ser es que miles y miles de españoles prefieran trabajar a medias para no perder prestaciones sociales. Eso es incentivar la desidia y la irresponsabilidad. Y eso es, precisamente, lo que hace nuestro actual sistema.
Aparte de la sensibilidad hacia un problema real, hay otro aspecto importante: el partido político que, gobernando, se atreva a hacer estas reformas de manera traumática, pierde las siguientes elecciones.