Ben Bernanke podría estar preparando su máquina de imprimir dólares. Tras unos meses de relativa tranquilidad, el presidente de la Reserva Federal norteamericana ha abierto la puerta a nuevas inyecciones de liquidez (sería la QE3 - "quantitative easing") a través de la compra de bonos del Tesoro. La economía norteamericana no acaba de despegar y Bernanke ha insinuado que quizás sea por falta de estímulos.
El presidente de la Reserva Federal de EEUU ha destacado la desincronización existente entre la relativa mejoría del empleo en EEUU y un crecimiento "aparentemente modesto" a lo largo del pasado año, por lo que ha reconocido sus dudas respecto a la sostenibilidad de esta recuperación del mercado laboral.
"¿Qué conducirá a una mayor contratación y, consecuentemente, a mayores descensos del desempleo? La respuesta simple es un crecimiento más rápido de la economía", dijo Bernanke durante una conferencia en Washington, donde, sin embargo, apuntó que la mejoría del mercado laboral observada el año pasado ha sido en cierto modo más rápida de lo que cabría esperar dado el relativamente modesto ritmo de crecimiento.
Así, el máximo responsable de la política monetaria estadounidense admitió que "aún no se puede estar seguro de que el reciente ritmo de mejora del mercado laboral sea sostenido", ya que, en su opinión, gran parte del descenso del desempleo registrado recientemente se explica por la ausencia de despidos masivos, como sí sucedió en 2008 y 2009.
"Para que el cambio sea completo se necesitará una expansión más rápida de la producción y de la demanda de consumidores y empresas, un proceso que puede ser respaldado mediante políticas acomodaticias", subrayó Bernanke.