Nunca ha pasado que un periódico de economía diga algo que es mentira, a cambio de dinero, sólo para que alguien se enriquezca de forma ilegítima.
Por ejemplo, cuando en plena burbuja inmobiliaria los periódicos de economía decían que los pisos eran una magnífica inversión, que no estaban sobrevalorados, que siempre subían y recomendaban comprar pisos, era porque se lo creían, no porque los promotores inmobiliarios les pagasen por decirlo.
Nunca ha pasado que un periódico de economía diga algo que es mentira, a cambio de dinero, sólo para que alguien se enriquezca de forma ilegítima.
Por ejemplo, cuando en plena burbuja inmobiliaria los periódicos de economía decían que los pisos eran una magnífica inversión, que no estaban sobrevalorados, que siempre subían y recomendaban comprar pisos, era porque se lo creían, no porque los promotores inmobiliarios les pagasen por decirlo.