El déficit de tarifa del sistema eléctrico español se situó en 3.444 millones de euros en 2011, según la liquidación provisional elaborada por la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Dicho descuadre es un 24,5% inferior al de 2010, si bien supera nuevamente los límites establecidos por el anterior Ejecutivo socialista. El Real Decreto-ley 14/2010, de 23 de diciembre, de medidas urgentes para la corrección del déficit tarifario, establecía que dicho desajuste no podría superar los 3.000 millones de euros en 2011. Según el CNE, el déficit ha sido, finalmente, un 15% superior a lo previsto.
El déficit tarifario es la diferencia entre el coste real del sistema -el precio de generar electricidad en España- y lo que pagan finalmente los consumidores. Entre 2004 y 2010, el sistema eléctrico acumula un agujero de unos 24.000 millones de euros, a los que habría que sumar el déficit de 2011. El descuadre se financia emitiendo deuda avalada por el Estado a través del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (Fade) a un tipo de interés medio del 6%. De este modo, el Gobierno oculta el coste real de la luz y aplaza su pago mediante deuda que, tarde o temprano, acaba pagando igualmente el consumidor.
Y es que, la factura de la luz se resume, básicamente, en dos bloques claramente diferenciados: el precio de la propia energía, que se fija en un mercado libre mediante subastas; y el precio de los denominados "peajes de acceso" a las redes eléctricas, que es fijado por el Gobierno. Es, precisamente, en la parte regulada, donde se incluyen una serie de costes (transporte, moratoria nuclear, primas renovables, subvenciones al carbón, costes extrapeninsulares) que hacen engordar la tarifa de la luz. La cuestión es que los distintos gobiernos siempre han establecido peajes insuficientes para financiar tales costes, de ahí el déficit crónico que sufre sistema (la diferencia entre ambas variables).
Y uno de los principales factores que disparan el coste de la luz son las primas a energías renovables. Según la CNE, el coste del "régimen especial" -energía verde - ascendió a 6.985 millones de euros en 2011, un 16% más de lo previsto inicialmente y apenas un 1,16% inferior a 2010 (7.066 millones). De este modo, la factura de las energías verdes se mantiene prácticamente intacta.
El Gobierno del PP está tratando de afrontar el grave problema del déficit eléctrico mediante distintas vías. Entre ellas, destaca la congelación de las primas verdes para nuevas instalaciones, así como subidas de la luz. Sin embargo, por el momento, el Ejecutivo no ha afrontado la burbuja termosolar que creó el anterior Ejecutivo y que amenaza con agrandar aún más el déficit tarifario en los próximos ejercicios, agravando la insostenibilidad del sistema.
Las eléctricas reclaman subir la luz un 20% en los dos próximos años para que la financiación del sistema se ajuste al coste real y no se siga acumulando déficit en el futuro. Sin embargo, políticos y reguladores no comparten esta opción debido a su impopularidad. Así, entre las medidas que planea la CNE, destaca la aplicación de nuevos impuestos sobre el gas natural y los carburantes para sostener las energías renovables, aunque también incluye eliminar los subsidios al carbón o "laminar" las primas que recibirán las plantas termosolares que, si bien cuentan con autorización administrativa para su puesta en marcha, aún no están en funcionamiento.