En efecto, Harland8. La culpa siempre es de los demás: los políticos, los banqueros, los mercados, la CEE... y tiene que ser papá Estado el que me saque de esto pero sin que me quite ni un sólo de mis privilegios ni mis comodidades.
Si cada uno nos miráramos a nosotros mismos y nos diésemos cuenta de qué parte de culpa hemos tenido (porque todos hemos tenido parte) para llegar a esta situación de crisis... otro gallo nos cantaría... y seguro que todos estaríamos más dispuestos a hacer más sacrificio y esfuerzo, no sólo para salir de esta situación pronto, sino para dejar a nuestros hijos una sociedad mejor y de mayor bienestar; como nuestros padres y abuelos consiguieron para nosotros.
Un saludo.
(Antonio M)
[Herbert] Lo siento, pero no sé de qué demonios está vd hablando.
De su comentario, cualquiera deduciría que yo he soltado una diatriba sobre el trabajo de los chinos en China, de su derroche de horas laborales y de sus bajos salarios intervenidos.
Pero hablaba de los bazares en España, donde hay unas leyes que hay que cumplir y que a menudo estos bazares no cumplen.
- Por ejemplo, prohíben el trabajo infantil que tanto se ve en esos mismos bazares.
- Por ejemplo, obligan a respetar unos horarios y calendarios de apertura que nunca se han respetado (aunque ahora Esperanza Aguirre haya abierto más la mano).
- Por ejemplo, obligan al pago de impuestos que a menudo no pagan.
- Por ejemplo, prohíben el dinero negro con el que muchos de estos negocios se ponen en marcha.
- Por ejemplo, establecen unas normas para la importación de artículos que a menudo no se cumplen, y así sucede que la mayor parte de artículos que se retiran del mercado estaban en estos bazares.
Así pues, si a vd le parece que los abusos y las ilegalidades son irrelevantes porque a vd le viene bien "como consumidor", mal le veo.
Personalmente, prefiero que todos juguemos con las mismas reglas y que el marco legal favorezca a un mismo tiempo la libertad para quien quiera flexibilizar el trabajo legítimamente y unos límites para quien quiera hacerlo ilegítimamente (ya sé que encontrar ese virtuoso punto de equilibrio es difícil, pero hay que tratar de encontrarlo).
Por cierto, muchos españoles hacen más horas que un reloj en sus trabajos, de modo que por "cultura del esfuerzo" no será. Lo peor es que esos mismos españoles saben que el mismo trabajo, o más, se podría hacer de forma muchísimo más cómoda, más eficiente y menos lesiva cambiando ciertas prácticas que sus empresas se niegan a tocar, con lo que todas esas horas acaban con el mismo resultado que quien pisa a fondo en primera: no corre nada y encima destroza el motor.
Así pues, a mí me parece irrelevante el esfuerzo bruto cuando de lo que se trata es de mejorar la eficiencia, no la carga de trabajo.
Un saludo.
Hablar de chinos en España es hablar hoy en día de Mercadona. Este tipo de empresas son como los estraperlistas en tiempos de posguerra, compras apretando a proveedores y ventas a precios de joyerias. Papel de envolver
22gr. a precio de merluza, verduras y frutas con un precio venta 500% de incremento, mala calidad de los artículos, productos importados de ínfima calidad y ruina de los productores españoles.
Cobro al contado y pago aplazado en ? días. Pasen uds. por la mañana a primera hora y entreguen un billete de 100€, no tienen cambio ,tienen que buscarlo entre todas las cajas y aún así. ¿ Donde colocan el efectivo diario ?. ¿ Lo prestan a la banca ?, ¿ a empresas con urgencias de efectivo ?.
De una cosa estoy seguro, sus directivos no compran en Mercadona.
Empresas para tiempos de miseria.
punt: Eso que dice sobre que sea "cultura del esfuerzo" o bien "rebasar la línea de la explotación", es irrelevante. Lo relevante es que son los chinos quienes deben decidir si se trata de lo uno o de lo otro, no nosotros. Y deben actuar como estimen más oportuno conforme a SUS intereses, no a los nuestros. Ya lo están haciendo, y así nos luce el pelo.
Han descubierto que trabajando más y cobrando menos, se comen el mercado y, a la larga, ganan más que nosotros. Bien por los chinos; a mí, como consumidor, me conviene. El que sea productor y no pueda competir, que espabile, porque es SU problema, no el mío, ni de los chinos.
A lo que no hay derecho es a que pretendamos obligarles a que trabajen menos, porque nosotros no somos capaces de seguir su ritmo. Eso sería como condenarles al subdesarrollo para siempre. Pero sea o no sea aceptable, tampoco importa; esa batalla la tienen ganada, no te quepa duda la menor duda.
No compro en Mercadona y después de escuchar a su dueño no comprare jamas, creo que hay otras empresas del sector que se comportan mas decentemente.
LordGori, coincido contigo.
Si una persona no está contenta con su sueldo o su trabajo puede estudiar para aspirar a uno mejor, o puede montar una pequeña empresa de algo que se le ocurra. Eso cuesta sacrificio, tiempo y horas de sueño, como todo en la vida. Cuando les planteas eso te dicen que es muy fácil hablar desde fuera o que ellos por sus circunstancias no pudieron estudiar.
El que quiere, puede y sale adelante. Cuesta mucho, pero se logra. Cuántos ejemplos hay de gente humilde o no tan humilde que con dos narices consiguieron cosas grandes en la vida. Y por grandes me refiero también a simplemente ofrecer un futuro mejor a sus familias. Quien no quiera luchar por su propia vida haciendo lo que está legítimamente en su mano (y por luchar no me refiero a berrear en la calle o a romper escaparates) tiene derecho a quedarse como está. Pero que entonces no se queje, y mucho menos pretenda vivir subido a la espalda de quien sí se desloma a trabajar.
Si todos tuvieran la misma mentalidad acomodaticia España se hundiría... Ah pero, ¿no es esto lo que está sucediendo? Claro que en cualquier caso la culpa es de los políticos, de los banqueros, de los empresarios, del sistema o del vecino del quinto. Sí, sí, ya lo sabemos.
LordGori,
Repito más o menos lo que dije ayer comentando esta noticia: estoy seguro de que hay muchos españoles dispuestos a dejarse los cuernos trabajando.
Lo que no es de recibo es que hagas lo que hagas estés condenado a cobrar mil euros, mientras cualquier concejal de un pueblo de tercera se mete una pasta. Para eso, prefiero dedicar mi tiempo libre a otras cosas.
Cuando los políticos den ejemplo, los demás lo haremos. Yo no trabajo por amor al arte.
Leyendo a algunos aquí, parecería que el "premio al esfuerzo" es que si te contratan y pagan por media jornada solo te exijan, después de hacer méritos uno o dos años, trabajar lo que en teoría y ante la ley te has comprometido a trabajar y se han comprometido a hacerte trabajar (y te pagan).
Por otro lado, la mentalidad de esfuerzo y sacrificio de los asiáticos en general me parece encomiable y me ha llamado mucho la atención cuando he viajado a algún país de esa área geográfica. Eso no obsta para que a los chinos y en general a todos los extranjeros que montan tiendas o tenderetes y bazares se les exija cumplir la ley como a los españoles.
Hace un mes presencié en una pequeña ciudad de la costa de Valencia lo siguiente: Entro en un supermercado familiar (no un Mercadona o Consum) y me encuentro que el inspector de turno estaba levantando acta de presuntas irregularidades. El dueño de la tienda se sulfuraba por momentos y le preguntó al inspector que por qué no cruzaba la calle y controlaba un bajo en el que unos moros vendían fruta. La contestación: "esos no están dados de alta y esa tienda no me consta que exista". Tal cuál, con un par.
Una cosa es el esfuerzo al trabajar y otra, muy distinta, es el no pagar impuestos, seguridad social o no dar las adecuadas condiciones laborales.
[LordGori] Lo que vd dice tiene su parte de cierto, pero también tiene una parte que no.
Cierto que hoy en día todo el mundo espera que "papá estado" resuelvalos problemas.
Pero lo falso estriba en que tal pretensión no es injustificada puesto que "papá estado" nos ha sustraído previamente la mitad o más de lo que ganamos y entonces... ¿por qué no vamos ahora a esperar la contraprestación por lo ya pagado?
Así pues, bien está que llamemos a las personas a buscarse la vida cuando tienen problemas y no esperar que todo llueva del cielo, pero eso debe corresponderse con un aligeramiento del Estado, de forma que su financiación deje de representar un lastre prácticamente incapacitante para el que se plantee el esforzarse.
¿Se imagina que, viendo que una persona se ahoga, le echemos en cara que no nada lo suficiente sin dar importancia a que le hayan puesto un cinturón de plomo que pesa tanto como la mitad de su propio peso?
Al final, son necesarias ambas cosas: más esfuerzo por parte de unos, menos lastre por parte de otros (y más eficiencia por parte de todos).
Un saludo.