El Pacto Fiscal de la UE, que acaba de ser ratificado por los países de la UE a excepción de Gran Bretaña y República Checa, es ya papel mojado antes incluso de que entre en vigor, a partir del 1 de enero de 2013. Y ello, debido a la elevación del objetivo de déficit público aplicado por España, según algunos de los principales diarios europeos. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, elevó el pasado viernes dicho objetivo hasta el 5,8% del PIB en 2012 frente al 4,4% fijado inicialmente por Bruselas.
Ambrose Evans-Pritchard, uno de los analistas económicos de referencia del diario británico The Telegraph, interpreta que esta medida supone poner "fin a la Europa de Merkel", ya que condena a muerte el Pacto Fiscal europeo. "Tomando lo que llamó una decisión soberana, [Rajoy] simplemente ha anunciado que tiene intención de hacer caso omiso a la meta de déficit de la UE del 4,4% del PIB para este año, sustituyéndolo por su propio objetivo en el 5,8%".
Y añade: "La rebelión española ha comenzado, más pronto y más dramáticamente de lo que esperaba [...] En los veinte años que he estado siguiendo de cerca los asuntos europeos, no puedo recordar un acto tan audaz y de tan abierto desafío por parte de cualquier estado".
Aunque Pritchard aplaude en líneas generales esta decisión, por rechazar la medidas de austeridad impuestas desde Bruselas, coincide en que supone el inicio del fin de la estrategia de consolidación fiscal exigida por la canciller alemana, Angela Merkel. De hecho, concluye que, finalmente, François Hollande "la hará pedazos" si se hace con la presidencia de Francia en las elecciones galas del próximo abril. "El Bloque latino está despertando" contra el tándem Merkozy, concluye.
Por último, el Financial Times indica, igualmente, que la decisión de Rajoy deja al descubierto los fallos en la respuesta europea a la crisis promovida por Alemania. Así, la credibilidad del nuevo Pacto Fiscal quedará dañada si los socios europeos respaldan el nuevo objetivo de déficit español.
En este sentido, el artículo destaca que, si bien el anuncio del presidente español pareció ir contra el espíritu predominante en el momento actual, "podría haber hecho a todo el mundo un favor al exponer los fallos del enfoque legalista adoptado por Europa ante la crisis". El diario británico destaca que el anuncio de Rajoy supone, en esencia, aplicar una lección de economía familiar para todos los políticos europeos desde la Segunda Guerra Mundial: "Durante una crisis, el drástico recorte del déficit supone el riesgo de arrastrar a la economía a una espiral recesiva cada vez mayor".
De este modo, el artículo critica el punto de vista de Alemania, principal promotor del nuevo marco de disciplina fiscal, centrado en el control presupuestario, que, a juicio del diario, no representa necesariamente la causa principal de la crisis, como bien puede ejemplificar España, que registraba superávit presupuestarios antes de la crisis, pero se ha visto arrastrada por el pinchazo de su burbuja inmobiliaria y sus implicaciones para la banca.
"Aunque España necesita reducir su déficit, no merece ser acusado de imprudencia fiscal", defiende el periódico, que apunta la importancia en el estallido de la crisis de factores como las diferencias de competitividad entre los miembros de la eurozona, las burbujas inmobiliarias y la imprudencia de la banca en la concesión de créditos.
"Si los socios de España respaldan sus relajadas metas de déficit, la credibilidad del nuevo régimen fiscal para la eurozona será dañada antes incluso de entrar en funcionamiento, aunque quizá suponga cierto consuelo que estas nuevas reglas probablemente nunca salvarían en primer término a la eurozona", concluye el artículo.
Por el contrario, las críticas a Rajoy proceden de la prensa germana. La decisión de Rajoy hizo que el diario alemán Handelsblatt otorgara a Rajoy el título de "Pinocho del día" por incumplir su compromiso.