El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha avanzado este lunes que el ajuste presupuestario previsto para 2012 asciende a un total de 3,5 puntos del PIB, lo cual equivale a unos 37.500 millones de euros. Por un lado, bajar el déficit del 8,51% del PIB en 2011 al 5,8% este año supone un ajuste inicial de 29.600 millones. Sin embargo, a esta cuantía es preciso sumar el efecto que tendrá la recaída en recesión económica en las cuentas públicas -menos ingresos y más gastos-. De este modo, para compensar el efecto de la contracción del PIB, se precisará de un ajuste adicional de 8.000 millones.
En un encuentro financiero organizado por Bankia y El País, el ministro justificó las previsiones de que la economía caiga un 1,7% este año y el paro se eleve por encima del 24% de la población activa porque el Gobierno "no habla de brotes verdes", y sí de "datos realistas". "Nunca dejaremos de dar a la sociedad la opinión más clara", garantizó el ministro.
De Guindos, ante la presencia del presidente de Bankia, Rodrigo Rato, exigió que los que "más tienen" se solidaricen con las medidas de ajustes y "arrimen el hombro", e inscribió en este objetivo la limitación de los sueldos en las entidades financieras con ayudas públicas y la subida del IRPF. "El Gobierno va a seguir pidiendo que los que más tienen aporten más", defendió ante los periodistas.
Por otro lado, ha calculado que de haberse aplicado antes la reforma laboral aprobada por el Gobierno las listas del paro contabilizarían un millón menos de desempleados, al tiempo que esperó que estas medidas generen "efectos positivos" sobre el empleo a finales de este año y así "se modere" la evolución negativa del mercado de trabajo en el último trimestre.
"El Gobierno está convencido de que la reforma laboral va a tener a medio plazo efectos positivos en el empleo a finales de este año", aseguró, para después incidir que, sobre todo, con los mecanismos de flexibilidad introducidos en la reforma laboral, España se habría "ahorrado" esta cantidad de parados. En este sentido, aseguró que la reforma laboral es la de mayor "envergadura y la más sustancial y decisiva" de los últimos 20 años. "Sienta las bases para una recuperación virtuosa del empleo", enfatizó.
De Guindos aseguró que la agenda reformista del Ejecutivo "no acaba aquí" y avanzó una reforma de los organismos reguladores y la aprobación "en breve" de licencias comerciales para aperturas de pequeños comercios.
El ministro describió un camino de la economía hacía la recesión, pero resaltó la moderación de la inflación y las necesidades de financiación. Y mostró su confianza en que existe "luz al final del túnel". "La reforma bancaria permitirá poner las bases para que la economía vuelva a crear empleo, 2012 será un año duro, pero pondrá las bases del crecimiento futuro", remachó.