Perdidas casi todas las plazas donde tenían mando en Cataluña, incluida la plaza fuerte de Barcelona, tras cosechar una serie de estrepitosos fracasos en las elecciones autonómicas de 2010 y las elecciones municipales y generales de 2011, el PSC intentó mantener cierto protagonismo en la política catalana ofreciéndose a los amos de la masía para pactar los grandes "temas de país". Pero el gobierno de Mas y CDC prefirió pactar los presupuestos con el PP de Sánchez Camacho y el singular gremio de "socialistas" descastados que subordinan los principios socialistas a los intereses "nacionales" intentó, agazapado en su caballo de Troya, dar un golpe de mano y colocar a Chacón al frente de la secretaría general del PSOE. Fracasado también este intento, el PSC, fiel al papel de segundones ansiosos de notoriedad que llevan desempeñando en la política catalana desde 1980, decidió pasar a la ofensiva y hace pocos días presentó su propuesta de pacto fiscal para Cataluña.
La propuesta del PSC tiene dos patas, a cuál más peligrosa. En primer lugar, propone que la recaudación de los impuestos en Cataluña esté en manos de una agencia tributaria catalana y española que abre las puertas a que en poco tiempo pase a estar plenamente controlada por la Generalitat. En segundo lugar, el PSC propone que Cataluña reduzca en un 25% la aportación a la bolsa común impositiva. Se da pues, por sentado que lo que se recauda en Cataluña pertenece a los residentes en Cataluña, con independencia de quienes son los sujetos pasivos de los impuestos, y que dicha recaudación debe beneficiar principalmente a los residentes en Cataluña. ¡Me pregunto por qué estos socialistas de pacotilla no aplican su propuesta a la ciudad de Barcelona y promueven la creación de un consorcio integrado por Barcelona, la Generalitat y el Estado para recaudar los impuestos que pagan los barceloneses y limitan también su aportación a la bolsa común impositiva!
En CDC se están frotando las manos. Mas, que tras la victoria por mayoría absoluta del PP en las elecciones generales el 20-N había aparcado ya la que fuera su propuesta estrella en las elecciones autonómicas de 2010, ha visto como el PSC le servía “su” pacto fiscal en bandeja de plata y le proporcionaba una coartada perfecta para achacar los recortes de su gobierno a la asfixia fiscal y maltrato al que somete el impío Estado español a la piadosa Cataluña. Oriol Pujol, el Kim Jong-il de la saga Pujol-Ferrusola, manifestaba complacido en una reciente entrevista “que el PSC se mueve” y añadía que “la labor de CiU ahora es que el PSC se siga moviendo”. Naturalmente todos estos movimientos no van a resolver ningún contencioso entre Cataluña y España porque responda lo que responda Rajoy, para el hijo del patrón de la Masía la propuesta del PSC no es más que un tímido paso para “conseguir que el soberanismo sea la opción mayoritaria, clara y descarada” en Cataluña.
El Sr. Polo Andrés es catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Barcelona.