La decisión del Gobierno de ignorar el límite de déficit impuesto desde la UE (4,4% en la actualidad) y aprobar unilateralmente un nuevo objetivo del 5,8% ya tiene su primera consecuencia. El consejero de Economía catalán, Andreu Mas-Colell, pedirá mañana que se amplíe el techo de déficit autonómico en la misma proporción que el margen extra que se da el Gobierno español, lo que representaría elevar la cifra a cerca de un 1,7% del PIB catalán, han explicado a Efe fuentes del Gobierno catalán. Es decir, ante la puerta abierta por Mariano Rajoy, los ejecutivos regionales intentarán colar sus propias reivindicaciones.
El Gobierno y las comunidades autónomas abordarán mañana en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera el nuevo objetivo de déficit para este año y el mecanismo extraordinario de financiación para el pago a proveedores, entre otras cuestiones. Este encuentro, que estará presidido por el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, llega después de que el Consejo de Ministros diera su visto bueno a un techo de déficit para las autonomías del 1,5 % del PIB en 2012, frente al 1,3% previsto en los presupuestos de la Generalidad para este año.
Montoro ha mostrado hoy su confianza en que mañana ninguna autonomía pedirá que se "relaje" el objetivo de déficit, pero la Generalidad de Cataluña sí piensa reclamar al Gobierno que le dé al menos el mismo margen extra de déficit que se ha concedido el propio ejecutivo central, un 4%, frente al 3,2% previsto en principio.
Fuentes de la Generalidad han señalado que no sería justo que el Gobierno central se conceda "más margen" de déficit y en cambio niegue a Cataluña darse como mínimo el mismo margen para flexibilizar el objetivo de déficit para este año. Si la ampliación del límite de déficit que se otorga el Gobierno representa un 25% más con respecto a la cifra inicial, Cataluña pide que el margen adicional del déficit autonómico no se quede en un 15%, sino que sea al menos equivalente a ese 25% estatal.
400 millones de euros
En la práctica, según cálculos de la Generalidad, se traduciría en elevar el techo de déficit de Cataluña del 1,3% al 1,7%, y no sólo al 1,5% como propone el Gobierno, lo que daría según estimaciones del Gobierno un margen de 400 millones de euros más.
La Generalidad se marcó en los presupuestos de 2012 un objetivo de déficit del 1,3%, pero la previsión se podría tener que modificar si los Presupuestos Generales del Estado que presente el Gobierno de Rajoy a finales de marzo incluyen una previsión de ingresos inferior a la facilitada por el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero. En cualquier caso, el Departamento de Economía de la Generalidad ha recalcado que cualquier ajuste oficial en el objetivo de déficit "se haría después de conocer" las cuentas del Estado para 2012.
El presidente del grupo parlamentario de CiU, Oriol Pujol, ha reclamado esta misma flexibilidad esta mañana, recordando que el gobierno catalán ha sido pionero en política de austeridad y ajustes en el gasto presupuestario. Pujol ha destacado que hace más de un año que los catalanes están encajando una política de recortes que implica "sacrificios de gran dureza", por lo que sería una "grandísima deslealtad" hacia Cataluña obviar estos esfuerzos y negarle a la Generalitat la posibilidad de ampliar el techo de déficit igual que el Estado.
En la reunión de mañana en Madrid, además, Mas-Colell pedirá al Gobierno que respete el principio de lealtad institucional y no tome decisiones unilaterales que repercutan en un incremento del gasto autonómico. El portavoz del Gobierno, Francesc Homs, cifró el pasado mes en más de 2.000 millones de euros el coste de la no aplicación del principio de lealtad institucional en 2011 por parte del Gobierno.