La canciller alemana, Angela Merkel, ha cedido a la presión del resto de socios de la UE y del G-20 y está dispuesta a aceptar un aumento del fondo de rescate de la UE de 500.000 a 750.000 millones de euros para contener el contagio de la crisis de Grecia a España e Italia.
Sin embargo, el incremento no se aprobará en el Consejo Europeo de primavera que se celebra en Bruselas este jueves y viernes, sino que tendrá que esperar a finales de marzo, según informa el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Merkel sigue sin estar convencida de que el aumento del fondo de rescate sea necesario, asegura el diario, ya que las primas de riesgo de España e Italia se han relajado considerablemente desde principios de año. Sin embargo, aceptará poner más dinero porque los demás Estados miembros, incluso aliados tradicionales como Países Bajos, piden reforzar el mecanismo, y los países del G-20 lo ven necesario por "razones psicológicas". "No podemos resistir a esta presión a largo plazo", aseguran fuentes del Gobierno alemán citadas por el periódico.
La ampliación se llevará a cabo sumando los recursos que no se han gastado del actual mecanismo temporal de ayuda (250.000 millones de euros) al nuevo fondo de rescate permanente (500.000 millones) que entrará en vigor en julio.
Tanto el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, como el del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se han mostrado convencidos de que será posible ampliar el fondo antes de que acabe el mes de marzo. El calendario es importante porque los países del G-20 han dejado claro que no aprobarán un aumento de los recursos del FMI para ayudar a la eurozona en su reunión de abril si antes la propia UE no ha reforzado su cortafuegos.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE fijarán en la cena de este jueves el calendario para completar la ampliación del fondo.