Luis de Guindos ha destapado sus cartas a su llegada a la reunión del Eurogrupo al insinuar ante los periodistas que espera “comprensión” de sus socios y de Bruselas para que abran la mano y aflojen, siquiera unas décimas, los duros objetivos del déficit marcados para este año sobre la base de que “las circunstancias han cambiado”.
El ministro español ha esgrimido una “situación de crecimiento económico negativo” para ganarse el favor de sus colegas en el seno del eurogrupo, precisamente cuando se especula que varios de sus colegas europeos podrían estar molestos con las pretensiones españolas de recibir un trato de favor. Dicho malestar ha sido aireado esta semana por varios portavoces comunitarios y de él se hace hoy se hace eco el Financial Times.
Sin embargo, curiosamente, el presidente del pelotón del euro, Jean Claude Juncker, nada amigo de los paños calientes, y conocido precisamente por su dureza dialéctica contra los desmanes de los países derrochadores, animó esta semana a “no dramatizar” los dos puntos y medio en que se materializado el incumplimiento español.
Además, Juncker optó por aplaudir unas reformas, la laboral y del sistema financiero, que han inflamado los ánimos en las calles españolas, pero que según él, gustan en Europa. De momento, la letanía oficial que se espera oír esta tarde y que estos días han repetido las autoridades comunitarias –con frenética presencia de Barroso en los medios- es que, antes de abrir la mano, Bruselas necesita conocer los porqués de la desviación de este año y, sobre todo, tener un claro propósito de la enmienda de Madrid sobre la mesa.
Es decir, que, aunque la primera versión del texto que firmarán los líderes en esta cumbre pide que los países se ciñan a los objetivos acordados (el famoso 4’4% que quita el sueño al Gobierno Rajoy), en Bruselas no se descarta relajar algunas décimas en el futuro. De hecho, el mismo borrador que ya circula entre los reporteros europeos abre la puerta a ablandar la mano en una mención reveladora que podría gustar en Madrid: "la consolidación fiscal será diferenciada según la situación de los Estados miembros", reza el texto.