La economía de Grecia se contraerá en 2012 un 4,4% según las previsiones económicas intermedias publicadas este jueves por la Comisión Europea (CE), lo que supone una caída mayor que el 2,8% que había calculado Bruselas el pasado otoño.
El Ejecutivo comunitario destacó que la actividad económica de Grecia en 2011 fue "mucho más débil" de lo que había anticipado en sus previsiones de otoño.
Según los datos del último trimestre del año pasado, el Producto Interior Bruto (PIB) griego cayó un 6,8% en 2011, cuando la previsión comunitaria apuntaba a que sólo se reduciría un 5,5%. La CE explicó este deterioro en la caída del consumo doméstico causada por la pérdida de ingresos; el estrecho acceso del sector privado al crédito y los ajustes en marcha en el mercado laboral griego, que están siendo "dolorosos".
De acuerdo con la encuesta de población activa, de enero a noviembre de 2011 la tasa media de desempleo ascendía al 17,2%, en tanto que se calcula que, a lo largo de todo ese año, el empleo se contrajo un 4,8%. La Comisión cree que durante 2012 seguirá aumentando el número de parados en Grecia. También recordó que los salarios mínimos en el sector privado y otros salarios regulados por el acuerdo colectivo general nacional serán recortados alrededor de un 22%.
Mientras que la decisión del Gobierno griego de reducir los salarios mínimos pretende mejorar la competitividad y "absorber" a los trabajadores jóvenes o con baja formación, la CE considera que esas medidas pueden dificultar el consumo doméstico y provocar a corto plazo un efecto negativo en el empleo. A medio plazo, la CE apuntó que espera nuevas reformas estructurales de cara a crear unas condiciones más favorables para el empleo.
La Comisión indicó que las exportaciones griegas de bienes y servicios subieron un 3,9% en 2011, si bien estima que serán "menos dinámicas" en 2012 que en los tres años precedentes a pesar de las reducciones en los costes laborales de las empresas, que pretendían incrementar su competitividad. Las importaciones también se verán afectadas por la débil demanda nacional.
Esta debilidad de la economía se traducirá en una brusca caída de la inflación, que pasará de una cifra elevada del 3,1% en 2011 a una caída del 0,5% en 2012.