El Parlamento de Grecia ha aprobado este jueves la legislación necesaria para llevar a la práctica el canje de deuda pactado con los acreedores privados y que constituye uno de los elementos clave del segundo paquete de rescate del país heleno, valorado en 130.000 millones de euros. Según un procedimiento habitual del Parlamento heleno, la normativa ha sido aprobada de manera automática al contar el actual Gobierno con mayoría en la cámara y después de que no se hubiera solicitado su votación, informa Europa Press.
Los ministros de Economía de la Eurozona aprobaron esta semana un segundo rescate de 130.000 millones de euros para Grecia con el fin de evitar así la quiebra del país y su salida de la moneda única, después de que la banca cediera a las presiones de la UE y aceptara asumir más pérdidas sobre los bonos helenos en su balance, de hasta el 53% del valor nominal en lugar del 50% que se había pactado inicialmente. No obstante, la quita real aplicada pasa así del 70% al 75%. Ello significa que el sector privado perdonará a Grecia alrededor de 107.000 millones de euros.
Nuevos títulos
Los bonos serán sustituidos por nuevos títulos griegos por un valor del 30,5% de los actuales, más otros con un valor del 15 % emitidos por el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF). La legislación sobre la quita incluye un mecanismo llamado Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), que permitirá obligar a los tenedores de la deuda helena a acogerse a la quita si hay una mayoría de acreedores que apoya la reestructuración.
Las agencias de calificación han anunciado que el uso de estas cláusulas será considerada un "impago" que activaría las seguros de impago crediticio (CDS). Según algunos analistas, eso podría extender la inestabilidad por el contagio a los bancos que hayan emitido este tipo de seguros.
Sin embargo, el ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, le quitó hoy hierro a las posibles consecuencias negativas, al decir que "nadie presta atención a la activación de los CDS". "Este tema no nos concierne porque no tendrá influencia sobre la economía griega. Y la eurozona también permanece indiferente a ello. Por tanto, estamos dispuestos a activar los CAC", aseguró.
De hecho, Charles Dallara, director del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa el interés de los grandes bancos en las negociaciones sobre la quita, aseguró hoy en el canal inglés BBC que "la mayoría" de los inversores está dispuesta a acogerse a la quita de forma voluntaria. "No consideran esto como una cuestión de caridad, sino que la evalúan con una perspectiva de costes y beneficios a largo término", explicó el banquero.
Aunque los tenedores calculan que con la quita sufrirán pérdidas de un 70% sobre el valor presente neto de los bonos, gracias a ella conseguirán asegurar parte de su inversión. De hecho, al estar sujetos los nuevos bonos a la ley británica, ello impedirá nuevas reestructuraciones unilaterales y que los acreedores puedan reclamar compensaciones y activos del Estado griego en caso de un impago real.
Previsiones
Se espera que la deuda griega se reduzca hasta el 120,5% del PIB en 2020, un nivel considerado "sostenible" por los expertos. Para ello Grecia debería volver a crecer al menos a partir de 2014, algo que se hace cada vez más difícil, según muestra el empeoramiento de los indicadores. Este jueves, la Comisión Europea anunció que la recesión prevista para 2012 será del 4,4% en Grecia, por encima de lo esperado anteriormente cuando se hablaba de un 2,8%.
Una buena muestra de la recesión que atraviesa Grecia es un informe publicado por la confederación de pequeños negocios de Grecia, que prevé el cierre de 61.200 pymes durante este año. Ello conllevará la pérdida de 240.000 puestos de trabajo, que se sumarán a los 150.000 perdidos durante el pasado año en ese sector. Desde que estalló la crisis de la deuda, el paro se ha doblado en Grecia hasta situarse en el 20% de la población activa y ya afecta a más de un millón de personas.