La familia Ruiz-Mateos ha asegurado que "jamás" han destinado "ni un solo euro", proveniente de los inversores, al pago de sus viviendas. "Es absolutamente falso", aseguran en un comunicado un día después de que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz les acusara de usar el dinero de Nueva Rumasa para mantener su "alto nivel de vida".
"Las viviendas de todos los hijos son casas sencillas y normales, sujetas a una hipoteca que ha sido pagada con los ingresos correspondientes a los salarios que han tenido por su trabajo y que posteriormente han sido embargadas", señala la familia.
Por su parte, el fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, ha afirmado que no está arrepentido de nada y que tiene la conciencia "limpia, sosegada y en paz", al tiempo que se ha mostrado "orgulloso, feliz y satisfecho" de haber hecho "mucho bien", sobre todo por el mundo obrero, al que ha dedicado "siempre" su "amor, devoción y esfuerzos".
Tras subrayar en una carta que son una familia "pétrea, compacta y granítica", el patriarca asegura que se considera un "don nadie" y que los jueces no dan con él "pie con bola".
"Aunque me considero un don nadie, amo a Dios con todo mi corazón, mi alma y todo mi ser y por ende, a la Virgen, por lo que no temo a nada ni a nadie, solo a mi propia conciencia", afirma Ruiz-Mateos, quien vuelve a arremeter contra el presidente del Banco Santander, Emilio Botín.
"Él hace con los jueces lo que quiere y no hay quien le resista, a pesar del cúmulo de acusaciones que tiene tanto en España como en el extranjero", señala Ruiz-Mateos, que asegura que su primera obligación es devolver el dinero a los inversores.
"No estoy arrepentido de nada, porque todo lo que hecho ha sido por el bien de los demás. He cumplido siempre con mis obligaciones, siempre se han atendido los compromisos establecidos", afirma. Tras asegurar que no se considera nada, ni presume de nada, Ruiz-Mateos subraya que "la obra Rumasa, en su estilo, ha sido la más importante de España" y "la envidia de muchos, lo quieran o no lo quieran".
"Tengo que decir que me siento honrado, feliz y muy satisfecho por mi aportación personal a esta obra ingente, meritoria y destacada, que partiendo de un millón de pesetas y siete obreros llegó a estar en la cumbre, siendo el primer 'holding' privado de España y llegando a alcanzar la cifra de 100.000 puestos de trabajo", señala.