Tras reunirse con los secretarios generales de CCOO y UGT, el coordinador federal de IU, Cayo Lara, ha manifestado su total apoyo a las protestas convocadas por los sindicatos para este domingo. También se ha referido a la posibilidad de una huelga general, informa Europa Press. En rueda de prensa, ha apuntado que a nadie le gustan las huelgas, contra el "estereotipo" de que los de izquierdas están "locos por las huelgas generales". Además, en sintonía con los sindicatos, ha considerado que en este momento hay que "hacer pedagogía" y esperar a que el Gobierno "coja el mensaje".
Según Lara, si hay que llegar a la huelga general será porque el Gobierno haga "oídos sordos" a sindicatos y otras formaciones políticas. En ese caso, considera que la huelga general debería convocarse antes de que la reforma laboral se apruebe en el Parlamento, porque "de lo que se trata es de impedir la reforma laboral, la huelga no es un fin en sí mismo".
En su opinión, no se puede hacer como se hizo con la huelga general convocada la pasada legislatura, y ha añadido que esta reforma laboral "es más dura, es una contrarreforma, un ataque infinitamente más cruel y violento contra los trabajadores, y, por lo tanto, la respuesta tiene que estar acomodada".
Así, ha manifestado que su partido intentará parar en la calle lo que no puede parar en el Parlamento. Por eso ha trasladado a Fernández Toxo y Cándido Méndez el apoyo de la coalición a todas las movilizaciones que convoquen, empezando por la de este domingo 19. "Lo que no vamos a poder parar en el Parlamento vamos a intentar pararlo en la calle con la movilización pacífica y serena", ha declarado Lara en rueda de prensa tras la reunión, que él mismo había solicitado.
Según Lara, la gente ha perdido el miedo a salir a la calle, porque ahora tiene miedo a perder el empleo. De hecho, ha advertido de que "nadie está seguro en su puesto de trabajo, incluidos los trabajadores de las empresas públicas", al tiempo que ha afirmado que lo que supone la reforma es un "mercado libre de contratación", donde "el poder se queda en manos del empresario y el trabajador se queda sin poder para defender su fuerza de trabajo y un salario que le permita vivir con dignidad".
"Están intentando algo que no van a conseguir, que es enfrentar a los hijos con los padres", ha manifestado Lara, para quien esta reforma laboral no sólo no va a crear empleo sino que va a destruir puestos de trabajo, y augura que a finales de 2012 habrá cerca de seis millones de parados. Asimismo, ha denunciado que "se pretende sustituir empleo relativamente estable por precariedad".
Lara ha defendido que "hay alternativa", y que éste es "un nuevo modelo productivo que invierta el curso de los acontecimientos". A este respecto, ha señalado que "el Gobierno está para tomar decisiones que cambien el rumbo de los acontecimientos y esta reforma laboral no camina en esa dirección".
En cuanto a un posible recurso de inconstitucionalidad contra la reforma, Lara ha reconocido que tiene "pocas esperanzas" en ese aspecto, no sólo porque los diputados de su grupo parlamentario y otros partidos minoritarios no serían suficientes para presentar ese recurso, ya que el PSOE también se está planteando hacerlo, sino, sobre todo, porque los recursos de inconstitucionalidad tardan varios años en resolverse.