Pues ya era hora. Yo tengo, junto con una socia, una pequeña empresa, un gabinete dedicado al tratamiento psicológico y a los problemas de logopedia y aprendizaje y resulta que cuando voy a algunos colegios a informar y coordinar nuestro trabajo con el centro escolar, he tenido que aguantar que se me reproche y se ponga en duda mis conclusiones y mi integridad profesional (generalmente por parte de algún desgraciado) porque yo "tengo una empresa y lo que quiero es ganar dinero" (sic)
¡Toma claro! les digo yo, o ¿es que tú no cobras, que trabajas "gratis et amore"?
La diferencia es, que cuando hacen una chapuza no les pasa nada y nosotros tenemos que mantener un trabajo de calidad día a día para conservar a los clientes sin traicionar la ética profesional.
Pero el hecho es que, la idea está instalada en la sociedad siendo como somos un montón de gente, con más valor que "El Guerra" que cotizamos sin esperanza de recibir una pensión decente y no tenemos derecho más que, a pagar el paro a los demás, pero no a que nos protejan a nosotros en caso de que nuestra empresa se vaya a paseo.
Así se explica que los universitarios no quieran ejercer como profesionales liberales, si solo sirve para que nos esquilme el gobierno y nos insulte cualquier indocumentado.
Yo no digo que no hay sinvergüenzas, de eso hay en todas partes, pero a los empresarios (de cualquier tamaño) nos ha tocado el papel de malos en esta película y así no se construye un país, ni se cambia una sociedad acomodada en la falsa seguridad del clientelismo
El empresario puede ser respetable o miserable según su actitud,no me vengan con historias que España está llena de jetas que son empresarios , sindicalistas, funcionarios...
En España el pensamiento dominante, o sea, el «progre», tilda al empresario de explotador, ladrón, sinvergüenza, opresor, etcétera. No es extraño, pues, que este sea un país con el menor espíritu emprendedor de los país de nuestro entorno. Algo habrá que hacer para cambiar esto si queremos salir del hoyo. El problema es que la imagen negativa (como la de políticos y jueces) se la ganan con bastante fruición, tanto los «grandes empresarios» de esos que son amigos del monarca y cazan con él o un muy numeroso número de pequeños y medianos empresarios absolutamente impresentables. Tal vez las asociaciones empresariales deberían hacer algo al respecto; por ejemplo, sacando un código de buenas prácticas empresariales. Un poco de autocrítica, en vez de llorar, no les vendría (no nos vendría a todos) mal.
En la mayoria de los casos un respetable H de P.
¿RESPEBLE?, les voy a detallar mi experiencia, en el año 1999 comencé a trabajar en una promotora de viviendas, en calidad de cualquier cosa, porque hacía de todo, negociaciones de compras y ventas, bancarias, contabilidad, trabajo administrativo, absolutamente de todo. Tenía contrato indefinido como administrativo de la empresa, categoría que mantuve hasta el año 2008 en que fui despedido. Mi sueldo comenzo en 700 € y mi ultima nómina fue de 1400 €. Yo fui a lo largo de ese periodo el unico empleado de la empresa. En ese periodo el patrimonio neto de la sociedad paso del millon de euros en 1999 a 7 millones de euros en 2008. Mi jefe solo acudía por la oficina los lunes y martes de cada semana ya que cuando no había temporada de caza, la había para la trucha. Yo seleccionaba inversiones o desinversiones, era la cara de la compañia en los momentos de negociaciones y el que la representaba en los trámites complicados. El jefe solo para las firmas notariales y los fastos varios. Pues este señor, alla por febrero de 2008 sin ruborizarse lo más mínimo decidió que con sus 50 años ya tenía suficiente para vivir lo que le quedaba de vida y que iba a liquidar la sociedad, y eso me encargó liquidar la sociedad y a la calle con una indemnizacion de 15.000 €. Y como mi caso he conocido muchos. Ni un día de baja en 9 años, jornadas laborales de 14 horas, miles de kilometros y dietas de manutencón por el estricto y documentado coste de las mismas y mis activaciones como Reservista Voluntario del Ejército sólo si coincidían con mis vacaciones. El RESPETO se lo debe ganar cada uno con sus actos no con el modelo del delcaracion censal.