Fuentes directas de la empresa Sadiel, la mayor consultora informática de Andalucía que controla desde las nóminas de la Junta a las actividades del Servicio de Andaluz de Salud, la Justicia, a Educación y demás entes públicos, han informado a Libertad Digital, que la intención de la empresa es deshacerse de más de la mitad de la plantilla de 1.300 trabajadores tras la privatización de la entidad, una privatización impulsada por el propio gobierno de la Junta de Andalucía que dirige José Antonio Griñán.
Según fuentes del Comité de Empresa, ahora se entiende el bajo precio por el que AYESA compró Sadiel, unos 18 millones de euros cuando en el mercado empresas similares tenían un precio mucho más elevado. Las fuentes consideran que el PSOE intentaba con la privatización seguir controlando la administración andaluza en caso de un triunfo electoral del PP y evitar que los despidos fueran obra directa del PSOE. Por ello, para pasado mañana se ha convocado una huelga de una semana, desde el miércoles 15 de febrero al martes 21.
Desde que Ayesa, una consultora de ingeniería donde tiene despacho la socialista Amparo Rubiales, miembro además del Consejo de Estado, se han ido sucediendo mermas de los derechos laborales adquiridos que el comité de empresa resume así:
1. Pérdida de poder adquisitivo por congelación salarial desde 2010, que asciende aproximadamente a un 5%
2. Supresión de la paga variable anual
3. Eliminación de los beneficios sociales
4. Modificación sustancial del calendario laboral, aumentando la jornada anual y eliminando para 2012 la jornada intensiva en verano y Semana Santa, que se venía disfrutando desde siempre.
5. Reducción drástica de plantilla con múltiples despidos por causas objetivas, justificando motivos económicos que, ante la Justicia y en varias sentencias dictadas por distintos jueces, no se ha podido demostrar como suficiente.
6. Así mismo, Sadiel se ha desprendido de un enorme volumen de compañeros subcontratados.
Calculan los trabajadores de Sadiel que, desde 2010, su poder adquisitivo ha descendido aproximadamente un 20%. A ello se ha venido a sumar el reciente aumento de impuestos del gobierno Rajoy, que ha agravado la situación.
La actual Sadiel
Sadiel ha sido una empresa pública de Andalucía desde 1984 y en su plantilla se han alojado como ya es costumbre numerosos socialistas, desde Rafael Camacho, ex portavoz de Manuel Chaves a José Caarlos Alarcón Arévalo, primo de Gaspar Zarrías, pasando por una cuñada del propio José Antonio Griñán. A su vez, Sadiel era propietaria al 100% de la filial Sadiel Desarrollo de Sistemas (SDS), factoría de software ubicada en el Parque Tecnológico Tecnobahía, en el Puerto de Santa María (Cádiz). Sadiel está situada entre las 10 primeras consultoras españolas del sector nacional por volumen de facturación y es un referente del sector TIC en Andalucía, con más de 1.300 trabajadores repartidos en oficinas de Andalucía, Madrid, Canarias, Extremadura, Castilla La Mancha y Cataluña
Pero tras varios procesos privatizadores, en mayo de 2011, la Junta vendió su amplia y decisiva participación a la consultora Ayesa y su capitsl social quedó repartido de este modo:
· 51% Grupo Ayesa
· 22% Endesa
· 22% SOPREA (a través de la Agencia Pública IDEA)
· 5% Banca Cívica
Mientras los propietarios mayoritarios de Sadiel llevan al máximo la tensión con los trabajadores de la empresa en Andalucía y en España, compran empresas en Brasil y crear nuevas sociedades como AAC (al 50% con Sevilla Control), para trabajar en el sector aeronáutico con Airbus Miltary como principal cliente Las fuentes consultadas consideran que la empresa podría estar diseñando trasladar partes esenciales del negocio a países donde la mano de obra y el costa total sea inferior al que tiene en España.
Una privatización escandalosa por la forma y por el fondo
Dado el contenido de las actividades de Sadiel, confección de nóminas, archivos médicos, educativos, judiciales, etc...de la administración andaluza, es difícil comprender por qué se ha producido la privatización de una empresa así. Mucho menos es comprensible cuando se repara en que esta empresa era de las pocas empresas públicas andaluzas que realmente tenían un negocio real y no ficticio o ruinoso.
Por el fondo
Sadiel es la empresa que tiene el control informático de todo el entramado de lo que hoy es la administración andaluza, que abarca nada menos que a un 20 por ciento del PIB. Así, entre otros, está presente en el sistema integrado JUPITER - que lleva la gestión financiera y económica de la Junta de Andalucía -, en SIRHUS (Sistema de información de gestión integrada de los recursos humanos de la Junta de Andalucía) que abarca tanto las áreas de vida administrativa y puestos de trabajo, selección y provisión, planificación de los recursos, gestión económica y presupuestaria, acción social, nóminas, en el S.U.R. (Sistema Integrado de Recursos de la Junta de Andalucía) que se encarga de la gestión, liquidación y recaudación de los tributos propios o cedidos. Y controla los programas del Servicio Andaluz de Salud, el programa Séneca(de Educación) y el Adriano(de Justicia), entre otros.
Según fuentes de la empresa, Sadiel realiza y controla todo lo que ha sido el proceso de informatización de la Junta de Andalucía y, por tanto, a día de hoy es pieza clave en la gestión informática de la Administración. Sadiel está presente en todo movimiento de dinero que salga de la Junta, del que entra, de cómo se gestiona económica y laboralmente el Servicio Andaluz de Salud, de la gestión integral de los recursos humanos de la Junta de Andalucía, de la informatización y control informático acerca del sistema informático de la Consejería de Justicia, del control integral de los depósitos judiciales, de la Consejería de Educación, y además, controla los marcos de desarrollo Java, o lo que es lo mismo, las estructuras comunicativas entre los trabajadores y los distintos sistemas informáticos de la Administración Pública. Controlar a Sadiel es sinónimo del control de la Administración Pública informatizada y, quien controle SADIEL, controlará los distintos procesos de la Administración Pública así como los datos de ésta que estén informatizados.
La pregunta es ¿Por qué privatizar un grupo decisivo para el control y la seguridad de toda la administración de la Junta?
Por la forma
Desde 1984, Sadiel ha ido creciendo año a año y obteniendo beneficios ininterrumpidamente incluso en períodos de crisis como el reciente en el que, en 2010, Sadiel facturó más de 118 millones de euros y obtuvo unos beneficios antes de impuestos de casi 5 millones de euros, con una tasa de crecimiento del 8,2% cuando el del mercado de las TIC ha sido del -4,5%. Es decir, Sadiel ha crecido en el peor año de crisis un 8,2% mientras que la media del sector TIC ha decrecido un 4,5%.
De esta manera, en 2010 y con la participación del 37,5%, suponía para las arcas de la Junta de Andalucía (y por ende para la de todos los andaluces) más de 1.500.000 euros en el reparto de beneficios. Por lo tanto, Sadiel era de una de las pocas joyas del patrimonio económico andaluz.
Sin embargo, el pasado 21 de enero de 2011 el grupo de ingeniería Ayesa, adquiriendo ésta el control del 51% del accionariado. En esta operación una empresa que facturaba más de 118 millones de euros al año es valorada inicialmente por tan solo 35 millones de euros lo que significaba que, en un cálculo inicial, a Ayesa la operación solamente le supondría un desembolso de 17.850.000 euros. Toda una verdadera ganga si nos atenemos a la envergadura e importancia de una compañía como Sadiel. Pero si profundizamos en las cifras de esta venta, descubrimos que al vender la Junta de Andalucía el 15,5% de su participación, para los andaluces supondría solamente 5.425.000 euros.
Sin embargo, las cifras de venta se basaban en una valoración inicial pero éstas estarían supeditadas a una auditoría externa en la que se conocería la valoración definitiva de la operación. Pues bien, tras esa auditoría se conoció que finalmente la operación de compra del 51% de Sadiel por parte de Ayesa se realizó por unos 16 millones de euros. Esto significaría que la Junta de Andalucía ingresaría entonces únicamente 4.800.000€, más de medio millón menos de lo inicialmente previsto.
De esta manera puede deducirse cómo la Junta de Andalucía malvendió a una de las empresas con beneficios significativos (y en las que tiene una importante participación) por una miseria, no sólo despojando a los andaluces de un importante activo pagado con sus impuestos sino además por un precio muy por debajo de lo que indican otras operaciones similares.
Ahora, la empresa Ayesa pretende despedir, según las fuentes de la empresa consultadas, alrededor de la mitad de la plantilla heredada.
La pregunta es: ¿Por qué privatizar a precio casi regalado una empresa que incluso generada ingresos para la Junta de Andalucía?