Varios centenares de personas han secundado la convocatoria hecha por el 15-M y otros colectivos contra la reforma laboral, anunciada antes de que se conocieran los detalles de la misma. Tras la protesta, en la que se han escuchado gritos contra el Gobierno, el PP, los sindicatos y la oposición, un grupo de unas 300 personas ha decidido dirigirse al Congreso de los Diputados para continuar gritando contra la recién aprobada reforma.
Según ha explicado el portavoz de la Confederación Española de Policía, Lorenzo Nebreda, en Es la Noche de César, los policías apostados en Sol han advertido a los manifestantes de que la autorización se limitaba a la concentración y no estaba permitida por la Delegación del Gobierno la manifestación por la Carrera de San Jerónimo.
Los manifestantes han continuado el recorrido hasta llegar al Parlamento, donde han tratado de romper la barrera formada por los agentes antidisturbios. Los policías, que han identificado a parte de los indignados, han realizado varias cargas después de que varios manifestantes hayan "lanzado golpes" contra los agentes que trataban de impedir el acceso al Congreso.
Según fuentes sanitarias, la carga ha terminado con nueve detenidos, que han sido trasladados a las dependencias de la Brigada Provincial de Información bajo la acusación de desórdenes públicos y resistencia a la autoridad. Además, un manifestante y ocho policías han resultado heridos. Ninguno de ellos ha necesitado asistencia hospitalaria.
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, había advertido horas antes de que la Policía actuaría en caso de que fuese necesario. "Si se produce alguna (concentración) no comunicada que ponga en peligro el orden público, lo que la Delegación va a hacer es aplicar la ley", indicó.