El Gobierno griego ha logrado consensuar entre las diversas facciones enfrentadas que lo conforman un acuerdo sobre las exigencias de nuevas medidas de austeridad hechas por la troika internacional a cambio de un nuevo préstamo de 130.000 millones de euros que evite la bancarrota del país. "Hay un acuerdo general de cara al Eurogrupo. Como es sabido, el programa viene con un acuerdo de crédito por el que Grecia será financiada con 130.000 millones de euros", explicó el primer ministro, Lukás Papadimos, en un comunicado.
Desde Bruselas, el ministro de Economía, Evangelos Venizelos, afirmó que "tras una larga y dura negociación" se ha llegado "finalmente a un acuerdo con la troika para un nuevo, fuerte y confiable programa". "También tenemos un acuerdo con los acreedores privados sobre los parámetros básicos del PSI (la quita del 50 por ciento de la deuda). Ahora necesitamos el apoyo político del eurogrupo para un paso final", señaló el ministro en un comunicado enviado por su ministerio a la prensa en Atenas.
Negociación en el Gobierno: Estos acuerdos son producto de negociaciones maratonianas con largas reuniones y constantes conversaciones telefónicas entre Papadimos, Bruselas, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Trabajo y los tres partidos que forman el gobierno de coalición. Es que sin el consenso entre el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), el conservador Nueva Democracia (ND) y el ultraderechista LAOS, un acuerdo no se sostendría.
Las pensiones: Pero las divisiones internas en el gobierno y los intereses particulares de cada facción, provocaron que algunos temas fuesen cerrados en falso. El principal atañe a las pensiones, pues el líder conservador, Antonis Samaras, se negaba a recortar los complementos de las jubilaciones, mientras que el líder socialista, Yorgos Papandreu, rechazaba aplicar las tijeras al conjunto de las pensiones, pues ello afectaría a las rentas más bajas.
300 millones: Para salvar el acuerdo, la troika formada por el FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE), permitió que sea el gobierno griego quien decida a qué parte del presupuesto público aplica un recorte por valor de 300 millones de euros, lo que se pretendía ahorrar con el tijeretazo a las pensiones. El ministro portavoz del gobierno, Pantelis Kapsis, reconoció hoy que "resultaría tragicómico" que las negociaciones fracasasen por esos 300 millones cuando, si llegan a buen puerto, permitirán que Grecia borre de su libro de deudas unos 100.000 millones de euros a través del proceso de la quita.
Flecos abiertos: A lo largo del día de hoy, varias fuentes gubernamentales dijeron que este último tema también fue cerrado, aunque entre los representantes europeos no había un convencimiento pleno. El portavoz económico de la CE, Amadeu Altafaj, dijo que las discusiones "han avanzado mucho", pero algunos detalles "han podido quedar abiertos".
Las medidas más polémicas: La parte sí cerrada del acuerdo incluye polémicas medidas sobre la reducción de los salarios y el gasto público, principalmente en el ya maltrecho sistema sanitario.
- En el sector público se reducirán 15.000 empleos públicos en 2012 dentro de un plan para eliminar 150.000 empleos públicos hasta 2015.
- El salario mínimo será reducido un 22% hasta los 585 euros mensuales brutos y para los jóvenes de menos de 25 años, un 32%, para quedar en 527 euros.
Otra huelga: Nada más conocerse el acuerdo con la troika, los principales sindicatos griegos convocaron una huelga general de 48 horas, que será la segunda del año y también de la semana, pues ya el martes hubo una, con amplio seguimiento.
Un millón de parados: Precisamente hoy el Instituto de Estadística Griego (ELSTAT) informó que el pasado noviembre el número de parados griegos superó por primera vez el millón, con una tasa del 20,9%. Una de las medidas pactadas es que no habrá aumentos salariales, ni en el sector privado ni en el estatal, hasta que el paro no descienda por debajo del 10%.