A España le queda un duro año por delante, a la vista de las estimaciones que auguran el regreso de la recesión y un creciente paro a lo largo de 2012. Sin embargo, hay margen para la esperanza. Alberto Recarte, economista y consejero de Libertad Digital, avanza en una entrevista con Dieter Brandau en Es Noticia de esRadio que la situación podría estabilizarse en 2013, una vez que se acometa el ajuste fiscal.
Uno de los puntos para el optimismo es la situación crediticia. Lo bueno de la reforma financiera, que estima unas necesidades de recapitalización de 50.000 millones de euros, "aunque probablemente hacen falta 20.000 millones más", advierte Recarte, es que "una parte sustancial de ese dinero ya está en la balance de los bancos".
De este modo, es "muy probable que a mediados del año que viene, los problemas de solvencia del sistema financiero español estén básicamente resueltos". Y la ventaja, en este sentido, es que, una vez saneado el balance de las entidades, "la situación de ahogo crediticio podría estar próxima a terminar", añade. "Desde ese punto de vista, la situación de la economía española empezará a estar un poquito mejor".
Por otro lado, también señaló la posibilidad de que se complete, al fin, el necesario ajuste de los distintos sectores productivos. "Este año terminará el ajuste del sector de la construcción", aunque ello suponga la pérdida adicional de "quizás 200.000 empleos, pero ahí ya se habrá tocado fondo". A partir de ahí, lo único que faltará es ver qué ajuste en empleo se cobrará el sector público, de ahí los "datos tan estremecedores" de parados, indica. Sin embargo, una vez completado, será el "final del ajuste", según Recarte.
De este modo, en 2013 "estaremos en una situación tremenda, con casi 6 millones de desempleados, pero con un mejor y mayor crédito, con unos sectores que ya se habrán ajustado, con la exportación tirando un poco de la economía y, por tanto, habremos llegado a una estabilidad".
Será entonces cuando "se podría mejorar", enfatiza. "2013 será el año de la estabilización", indica Recarte. "2010 fue una falsa esperanza y 2011 también, porque en esos años no hubo en la práctica ningún ajuste fiscal", que tiene un efecto contractivo sobre la economía. "Probablemente, hemos terminado el año pasado con un déficit del 8,4% frente al 9,1% de 2010". Es decir, el necesario ajuste fiscal "ha empezado a producirse de verdad a partir de la segunda mitad del año pasado" y continuará a lo largo de todo este año.
Pero una vez realizado, "a mediados de 2013, la situación se estabilizará, y a partir de ahí se podrá crecer en función de las otras reformas que se hagan", añade. "Ahí es cuando se empezarán a notar los efectos de la reforma laboral que se apruebe este año", es decir, cuando la economía ya se haya ajustado.