El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha cifrado la caída del crédito registrada en España en la actualidad a en torno al 10% y ha asegurado que esta contracción es una de las principales razones del deterioro de la economía.
La contracción del crédito "hacía ineludible actuar" a través de la reforma del sector financiero, dijo De Guindos en su primera comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados.
En declaraciones a los medios de comunicación tras dar cuenta a los grupos parlamentarios de las reformas del Gobierno, De Guindos matizó que la caída del crédito en España "se encuentra entre el 5% y el 10%" en función de las entidades financieras a escala individual.
Según afirmó en la sala, la contracción del crédito explica que la intensidad de la caída de la actividad del Producto Interior Bruto (PIB) de España sea superior a la de otros países en el actual contexto de crisis económica global.
"Es el elemento diferencial del comportamiento de España respecto al resto de la Unión", dijo de Guindos, tras insistir en que el objetivo de la reforma financiera es contar con entidades solventes y dispuestas a dar crédito a la sociedad española.
"No se puede permitir entidades que languidecen"
De Guindos defendió que la reforma contribuirá a reactivar el crédito porque incentivará la creación de nuevas entidades en condición de dar préstamos, mientras que en la actualidad hay algunas que "languidecen" en el mercado, incapaces de concederlos. "Eso no se puede permitir", aseveró.
"Creo que pondremos en posición de dar crédito a entidades españolas", enfatizó el ministro de Economía, si bien puntualizó que la evolución del crédito depende tanto de la concesión por parte de las entidades como de la demanda por parte de empresas y particulares.
Según explicó, los balances de los bancos se están reduciendo a consecuencia de la contracción del crédito, por lo que "es fundamental poner las bases para evitar que en el futuro eso continúe ocurriendo".
De Guindos recalcó que la contracción del crédito en España junto a la falta o retraso en los pagos por parte de las administraciones públicas a los proveedores es una combinación que ha colocado en "situaciones imposibles de liquidez" a muchas empresas y autónomos.
En este punto, el ministro reconoció el oscuro escenario de la actual crisis económica, a la que describió "como un virus que va mutando", pero argumentó "que el futuro no está escrito en bronce en ningún sitio" y que el Gobierno ha optado por aplicar una "terapia de shock" de cara a la obtención de resultados.
De Guindos defendió que la reforma financiera permitirá ofrecer una foto "más clara y transparente" de los balances de las entidades, porque acerca la valoración en libros de sus activos inmobiliarios al valor de mercado, lo que incrementará la confianza de los mercados en la salud de la banca española.
"Reconocer la verdad" del ladrillo
"Lo que se ha hecho ahora es reconocer una verdad desde el punto de vista de las valoraciones. Podríamos haber continuado como antes y la economía se iría metiendo cada vez más en la ratonera de recesión", advirtió.
"Espero que acabe redundando en una mayor confianza y credibilidad", resaltó el ministro, quien también insistió en que la reforma no supondrá "un euro de ayuda pública a la banca" porque el apoyo estatal será a través de préstamos a valor de mercado.
El esfuerzo de provisionamiento de la banca española "es muy importante y va a llevar a que los balances de las entidades españolas sean prácticamente los más saneados de Europa", incidió.