Estupendo artículo, Don Francisco. De la relación entre ambos también habló el gran Isaiah Berlín en su discurso sobre "John Stuart Mill and the Ends of Life" en el marco de los "Robert Waley Cohen Memorial Lectures" el 2 de diciembre de 1959. Se publica normalmente dentro de los "Cuatro ensayos sobre la libertad." (http://diepaideia.blogspot.com/2011/12/isaiah-berl...)
Es muy curioso. En aquellos países donde los católicos han estado oprimidos y perseguidos, los eruditos que se esfuerzan en promover las libertades (libertad religiosa, la libertad comercio, la del trabajo, la sexual) son considerados como héroes y personas dignas de admiración. En cambio, en países católicos, aquellos que han querido defender y promover esas mismas libertades son considerados enemigos de la religión católica y gente merecedora de desprecio.
Buen artículo, por cierto.
Qué malo eso de tener un discípulo y sospechar de él. Debe de ser peor que el mal de amores en sentido estricto.