España vuelve a estar en la primera división de la Unión Europea. La fotografía de Mariano Rajoy en el Consejo fue la de un líder que cuenta y que es llamado a consultas por parte de sus homólogos. De ahí que tuviera una de las agendas bilaterales más intensa y también que lograra su principal objetivo de cara a la cumbre; que Bruselas actualizara los datos económicos del país -8% de déficit público y los indicadores de crecimiento del FMI y el Banco de España- y que, a tenor de ellos, abriera la puerta a modificar el techo de déficit, situado en el 4,4%. Ahora bien, también se llevo su particular reprimenda de puertas para adentro.
Fue nada más aterrizar en Bruselas, antes de la reunión del Consejo Europeo propiamente dicha. En un despacho con Durao Barroso, el gobernante español le expuso su programa de reformas, incidiendo en la recién aprobada Ley de Estabilidad Presupuestaria, el acuerdo de la renta al que llegaron los agentes sociales o las leyes que están en camino. Pero el presidente de la Comisión le reclamó más; por ejemplo, que los Presupuestos Generales del Estado estén listos antes de marzo, y no a finales -como así desliza el Gobierno-.
"España es esencial para la estabilidad de la zona del euro. Es importante que el nuevo Gobierno entable un diálogo constructivo con sus socios europeos, incluida la Comisión, y exponga sus planes de reforma de modo detallado con el calendario correspondiente”, sentenció el portugués, en una rueda de prensa conjunta. Un plan de acción al que Rajoy incluyó dos fechas: la reforma financiera, para este viernes, y la laboral, para el diez de febrero.
"Las medidas de urgencia adoptadas el 30 de diciembre, equivalentes a alrededor del 1,4% del PIB con el fin de rectificar al menos parcialmente la desviación de déficit de 2011, son muy importantes. No obstante se deben ahora hacer esfuerzos para contener el déficit público en 2012", sentenció el presidente de la Comisión, no sin rematar que "los objetivos de déficit para 2012 y 2013 deben contar con el pleno respaldo de medidas de consolidación concretas".
Ahora bien, como premio a los esfuerzos ya realizados, Bruselas relajó el músculo en cuanto al déficit y, en palabras del propio Barroso, "sería conveniente ahora tener una discusión, que se va a seguir en el marco del Eurogrupo y del Ecofin sobre la situación en España. Yo aquí no puedo ahora ir más en detalle sobre eso. Va a haber una discusión sobre las condiciones".