La reforma financiera estará lista para el próximo viernes y la laboral para el diez de febrero. Así de contundente se mostró Mariano Rajoy, ante Durao Barroso. La margarita quedó finalmente deshojada, después de que en el anterior Consejo de Ministros se aprobara la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Con estos anuncios el presidente del Gobierno intentó contrarrestar la petición de más concreción por parte de la Unión Europea, que incluso le urgió a adelantar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, aún en suspenso por culpa del anterior Ejecutivo. Rajoy se negó a este último extremo.
Encima de la mesa, además, la reclamación española de mayores instrumentos de financiación y el anuncio de que se podría destinar parte del Fondo Europeo de Pesca disponible para España a compensar las pérdidas sufridas por el fin del acuerdo pesquero con Marruecos el 14 de diciembre de 2011, por un periodo máximo de doce meses.