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El FMI revive el riesgo de recesión mundial en 2012

Advierte del alto riesgo de sufrir un colapso a nivel global como el de 1930 si no se frena la crisis de deuda europea.

La última revisión de perspectivas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI) está redactado en condicional, arrojando más dudas que certezas acerca de la evolución del PIB mundial en el presente ejercicio, más allá de las malas previsiones para España.

El organismo prevé el siguiente escenario base: la economía mundial crecerá un 3,3% en 2012 y un 3,9% en 2013, lo que supone una revisión a la baja de 0,7 y 0,6 puntos, respectivamente, en comparación con su informe del pasado septiembre. En concreto, las economías avanzadas apenas crecerán un 1,2% en 2012 y un 1,9% en 2013 mientras que las emergentes se desaceleran ligeramente hasta un 5,4% y 5,9%. Mientras, cree que EEUU, la primera economía mundial, se expandirá un 1,8% en 2012  y un 2,2% en 2013.

Esta fuerte desaceleración mundial se debe, básicamente, al "lastre" que supondrá la zona euro. Así, según el Fondo, el PIB de la eurozona se contraerá un 0,5% en 2012, para luego repuntar un 0,8% en 2013 (una caída de 1,6 puntos y 0,7, respectivamente). "Se espera que la economía europea entre en una suave recesión en 2012 como resultado del aumento de las primas de riesgo soberano, los efectos del desapalancamiento de los bancos y el impacto de las medidas adicionales de consolidación fiscal", asegura el estudio.

Sin embargo, la clave no radica en dichas estimaciones, ya que éstas dependerán de si, finalmente, la zona euro adopta o no una serie de medidas para reforzar sus mecanismos de rescate, evitando así un agravamiento de la crisis de deuda, según el FMI. Horas antes de la publicación del informe, la propia directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, advertía de que, en caso de no revertir la tendencia de 2011, "podemos deslizarnos fácilmente a una situación como la de 1930, donde la confianza y la cooperación colapsaron y los países se encerraron en sí mismos. En último término, una situación que lleve a un espiral descendente que podría consumir el mundo entero".

Dicha alerta se recoge expresamente en el informe del FMI, bajo el título La recuperación mundial se estanca, los riesgos a la baja se intensifican. Efectivamente, según los analistas del ente, el PIB mundial crecerá un 3,3% en 2012 si, y sólo si, los países del euro adoptan las particulares recomendaciones del Fondo, algo que "en ningún caso" está garantizado, alertaba Lagarde.

El sombrío escenario del FMI

El informe enfatiza que sus proyecciones base "apuntan a una desaceleración de la actividad mundial, pero no a su colapso […] Sin embargo, este pronóstico parte del supuesto de que en la zona del euro las autoridades redoblan sus esfuerzos para hacer frente a la crisis". En concreto, parte de la hipótesis de que "las primas de los bonos soberanos se estabilizan alrededor de los niveles actuales y empiezan a normalizarse a comienzos de 2013". Además, supone que las políticas "logran contener el desapalancamiento de los bancos de la zona del euro", haciendo que el crédito y la inversión en la Unión Monetaria se contraiga "sólo moderadamente".

Evolución de las primas de riesgo en la zona euro y su porcentaje sobre la deuda

Y para ello, considera imprescindible "restablecer la confianza y poner fin a la crisis en la zona del euro", para lo cual recomienda aplicar nuevas políticas de estímulo para "apoyar el crecimiento" al tiempo que se sustenta el ajuste fiscal a medio plazo, se contiene el desapalancamiento bancario y se proporciona "más liquidez y holgura monetaria". En caso contrario, estima que la crisis de deuda se recrudecerá, agravando la crisis financiera de la zona euro, cuyas tensiones se acabarían trasladando a la economía mundial.

Su "escenario a la baja" contempla las siguientes variables: las primas de riesgo de los países europeos "aumentan temporalmente"; se mantienen los actuales objetivos de reducción del déficit público; la calidad de los activos bancarios se deteriora más de lo previsto debido al aumento de pérdidas en deuda pública y privada; y se produce una mayor contracción del crédito y la inversión.

Como resultado, el FMI estima que el PIB mundial cae un 1,75% en 2012 en comparación con su escenario base, mientras que la economía de la eurozona se contrae casi un 4%. Así, el contagio financiero al resto del mundo sería mucho más intenso que en su escenario base, aunque "menor que el observado tras el colapso de Lehman Brothers en 2008".

Se trataría, pues, de la segunda contracción mundial tras la registrada en 2009.
Y es que, si el PIB de la zona euro se desploma más de un 4%, la historia demuestra que EEUU se enfrentaría a una nueva recesión, arrastrando consigo a otros países avanzados y emergentes.

Las recetas del FMI

Por ello, el FMI incide en la urgencia de que la zona euro ponga en marcha nuevas medidas a fin de contener la crisis de deuda. Tanto su informe de perspectivas como el de estabilidad financiera mundial (bajo el llamativo título "En lo profundo de la zona de peligro"), el organismo lanza a Bruselas las siguientes recetas para evitar tal escenario:

1. Menor ajuste fiscal: recomienda elevar los objetivos de déficit público en la zona euro a corto plazo, permitiendo que el descuadre fiscal aumente en los países más fuertes y apoyando financieramente a los más débiles mediante los fondos de rescate europeos.

2. Un "cortafuegos" potente: para ello, añade que es "sumamente conveniente" incrementar, "a la mayor brevedad posible", el tamaño y la flexibilidad de los fondos de rescate, tanto el temporal como el permanente (EFSF y ESM). Lagarde estima tal incremento en cerca de un billón de dólares.

3. Más liquidez: mientras tal refuerzo no se produzca, aconseja al Banco Central Europeo (BCE) que incremente sus líneas de liquidez bancaria y compre más deuda pública (Quantitative Easing).

4. Menor desapalancamiento bancario: recomienda "inyectar más capital en los bancos de la zona del euro", inclusive a partir de fuentes públicas, y los supervisores tienen que "hacer todo lo posible para evitar un desapalancamiento demasiado rápido que podría culminar en una  contracción del crédito de efectos devastadores". Los países más débiles deberán acudir a los fondos de rescate europeo para recapitalizar su banca. En concreto, señala la posibilidad de nacionalizar entidades mediante un "fondo panaeuropeo".

5. Un "guardián macroprudencial": los reguladores financieros europeos deben "vigilar y limitar el desapalancamiento de sus bancos".

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