El empresario José María Ruiz-Mateos se ha acogido a su derecho a no declarar como imputado por presunta estafa en sendos procedimientros judiciales en Palma de Mallorca relacionados con la compraventa de hoteles, porque, según ha mnifestado, no cree en la Justicia.
Asmismo, ha aprovechado para volver a culpar al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, de "manejar" a los jueces, de "comprar todo lo que haga falta" y de ser "el autor de todo lo que le ha pasado a Rumasa".
En concreto, el empresario se negó a declarar en un principio ante el juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma por una presunta estafa de 13,9 millones de euros a Inversiones Grupo Miralles (IGM).
Tras su comparecencia ante el Juzgado en calidad de imputado, Ruiz-Mateos ha hecho el símbolo de la victoria con las manos y ha afirmado que su imputación en este caso es una "pena", al tiempo que ha dicho que es un "cachondeo integral". "Son unos malvados y se trata de una victoria triunfante y victoriosa y si me crufican más, maricones", ha espetado el Fundador de Nueva Rumasa.
Posteriormente, Ruiz-Mateos volvió a acogerse a su derecho a no declarar ante el magistrado del Juzgado de Instrucción número 9 de Palma, Enrique Morell, por una presunta estafa de 7,3 millones de euros a Inversiones Insulares Radó.
Así, Ruiz-Mateos ha llegado a decir que a los jueces se los pasa "por los huevos", al tiempo que ha insistido en que no se arrepiente "de nada", ya que siempre ha trabajado "por los demás".
A su salida de los Juzgados, el Fundador de Nueva Rumasa ha entregado a los medios de comunicación un documento de tres páginas, titulado 'El espejo de mi alma' en el que entre otras cosas, asegura que "si cuanto digo es verdad Dios me lo tendrá en cuenta y, de lo contrario, que actúe en consecuencia". En concreto, la familia Radó estima que Nueva Rumasa le adeuda 7,34 millones de euros por la compra de las acciones que poseía en las sociedades que explotan dos hoteles 'Beverly', lo que le llevó a interponer una denuncia ante la Fiscalía de Baleares contra los Ruiz-Mateos por presunta estafa en la operación de compraventa de las dos instalaciones hoteleras.
Precisamente, Morell decretó este mes la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de comparecer cada quince días en dependencias judiciales a los seis hijos varones de Ruiz-Mateos, a raíz de la denuncia interpuesta contra ellos por la familia mallorquina Radó por presuntos delitos de estafa, falsedad en documento mercantil y estafa procesal.