Realmente tenemos de ministros a 'los chicos más listos de la clase' o son tan tontos como los otros sólo que con masters.
Parece que De Guindos es el 'pepito grillos' de este berenjenal que nos ha montado Rajoy y que tiene el papel de hablar de lo suyo, de lo ajeno, de lo que le incumbe y de lo que ni le importa para que nos olvidemos que el presidente siga en su clsndestinidad.
Que un minnistro diga A y haya un silencio no es tan peligroso como que un minsitro diga A y De Guindos diga B... Con esto lo que da a entender el Lehman Brothers Español es que tenemos un gobierno en el que nadie impone un criterio y cada uno va por libre... y eso nos lleva derechitos a que las agencias y los mercados nos trasformen en País Basura.
Ya en la campaña se vió que ni el PP ni el PSOE tenían bien diagnosticada la situación económica. Sabían, sí, que España, compartiendo los mismos o parecidos problemas económicos que otros países socios de la UE, tiene sin embargo una tasa de paro al menos dos veces más elevada que la media comunitaria. Debe pues existir algún problema específicamente español que explique esta grave divergencia. Y ni el PP ni el PSOE lo han explicado. El origen remoto del problema español se encuentra en la tradicional situación deficitaria del comercio exterior, muy agravada por la revaluación de la moneda que supuso "de facto" la negociación en 1985 para acceder a las Comunidades Europeas, una revaluación perniciosa que incomprensiblemente pasó y sigue pasando desapercibida al PP, al PSOE, CEOE, sindicatos y Círculo de Empresarios. Además de controlar el déficit público, De Guindos propone "reformas estructurales", entre las que menciona la laboral y la del sector financiero. Pero no dice nada de la gravísima situación del sector exterior. En el año 2007 el déficit comercial había alcanzado en España 100.000 millones de euros (9,5% del PIB; 274 millones diariamente). Las reformas que se propone llevar a cabo Mariano Rajoy podrán mejorar la situación de las finanzas públicas, pero es poco probable que provoquen un crecimiento económico suficiente para crear empleo si previamente no se corrige la desincentivación inversora de los empresarios españoles creada por razón de la citada revaluación de 1985. Dice Juan Velarde: "...hemos dejado a un lado toda tentación proteccionista. Pero hacerlo, sin ser competitivos, ¿no conduce en derechura a una crisis?" (Opinión, Libertad Digital, 16 dic. 2011)
Ver “ESPAÑA, una economía asfixiada” http://www.lebrelblanco.com/articulos-prensa/