La agencia de calificación crediticia Fitch ha reconocido que podría anunciar antes de final de enero la degradación en dos escalones de la nota de solvencia de Italia, actualmente situada en 'A+', aunque afirma que no espera un 'default' por parte de la tercer economía de la eurozona.
"Ciertamente esas no son nuestras expectativas, nosotros todavía tenemos una calificación 'A+' para Italia; si nosotros contempláramos la posibilidad de una cesación de pagos, le adjudicaríamos una calificación mucho más baja", dijo Edward Parker, director gerente del grupo soberano y supranacional en Europa, Oriente Medio y Africa de Fitch, según informan Reuters y Europa Press.
Los comentarios de Fitch tienen lugar después de que la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's anunciara el pasado viernes la rebaja de ratings a nueve de los diecisiete países de la zona euro, incluyendo a Italia, España, Austria o Francia.
Alessandro Settepani, director de negocios de Fitch en Italia, dijo que una rebaja de la calificación de Italia en dos escalones, hasta 'A-', sería aún un escalón superior a la calificación otorgada al país transalpino por S&P.
"El comité evaluará la calificación de Italia en función de los niveles de refinanciación y de las medidas para el crecimiento", sostuvo Settepani.
Italia, con una deuda equivalente a 1,2 veces su PIB, permanece en el centro de una crisis de deuda que comenzó en Grecia hace dos años.
De hecho, las necesidades de financiación de Italia podrían poner en riesgo las defensas financieras del bloque si se viera forzada a buscar un rescate internacional.
Sin embargo, precisamente por el tamaño de su deuda y su importancia sistémica para la economía global, los líderes europeos probablemente no dejen que caiga en cesación de pagos, sostuvo Parker.
"Italia realmente es demasiado grande como para caer", afirmó el analista de Fitch, quien destacó también las fortalezas de la economía italiana, que alejan el riesgo de impago, incluyendo un bajo déficit presupuestario, un dinámico sector privado y, a diferencia de países como España e Irlanda, la ausencia de un auge impulsado por el crédito previo a la recesión.
La tasa de interés de Italia, aunque todavía es alta, se ha aliviado un poco desde que el Banco Central Europeo inundó a los bancos con dinero barato a tres años el pasado mes de diciembre.
Así, este miércoles el rendimiento de los bonos soberanos italianos a diez años caía a un 6,45%, por debajo del umbral del 7% que forzó a Grecia, Irlanda y Portugal a pedir rescates.