La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, han pedido este lunes acelerar la capitalización del fondo de rescate permanente de 500.000 millones de euros y poner en marcha rápidamente el segundo plan de asistencia para Grecia con el fin de frenar el contagio de la crisis de deuda.
"La situación es compleja. La situación es tensa, como nunca antes en la historia de la eurozona", ha admitido Sarkozy en rueda de prensa tras su primer encuentro del año con la canciller para preparar la próxima cumbre del 30 de enero, informa Europa Press.
Merkel y Sarkozy han pedido al Banco Central Europeo (BCE) "que haga propuestas para que el fondo europeo de estabilidad financiera (FEEF) funcione de forma más eficaz". Este fondo temporal "podrá intervenir en caso de urgencia en el mercado primario" comprando deuda de los países con problemas, ha destacado Merkel. El BCE actuará como gestor del FEEF, tal y como se decidió en la última cumbre de diciembre.
Por lo que se refiere al mecanismo permanente, cuya entrada en vigor se adelanta a julio de este año, los dos mandatarios han acordado "acelerar su capitalización". "Pensamos que eso permitirá reforzar la confianza en el euro y nuestro apoyo a la eurozona", ha sostenido la canciller. "Queremos salvar al euro y apoyar al euro", ha incidido Sarkozy.
A diferencia del actual fondo, basado únicamente en garantías de los países de la eurozona, el mecanismo permanente contará con un capital propio de 80.000 millones de euros que los Estados miembros tienen que aportar.
En cuanto a la situación en Grecia, tanto Merkel como Sarkozy han reclamado "aplicar muy rápidamente" el segundo plan de rescate para Grecia, que incluye una ayuda adicional de 130.000 millones de euros y una quita del 50% a los bonos helenos en manos de la banca. Sin ello, ha avisado la canciller, "no será posible desbloquear el siguiente tramo" de ayuda.
"Queremos que Grecia permanezca en la zona euro (...) Pero evidentemente Grecia debe respetar las obligaciones que ha asumido con la troika (Comisión, BCE y Fondo Monetario Internacional)", ha resaltado Merkel, que tiene previsto reunirse este martes con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
Disciplina fiscal, crecimiento y empleo
La canciller alemana ha asegurado que las negociaciones sobre el nuevo Tratado de disciplina fiscal que preparan los países de la UE, con la excepción de Londres, "progresan bien". "Hay posibilidades de que la regla de oro de freno al endeudamiento pueda adoptarse en enero. Si no es posible, se adoptará como muy tarde en marzo", ha señalado.
Merkel ha insistido en que "la consolidación presupuestaria es un elemento esencial para el futuro de la eurozona". Pero ha aceptado que en la cumbre del 30 de enero se discutan medidas para impulsar el crecimiento, el empleo y la competitividad, aunque no ha concretado ninguna más allá de identificar qué países lo hacen mejor en materia de empleo para que sirvan de ejemplo y de utilizar de forma más eficaz los fondos europeos.
"Deseamos que los fondos europeos de los que disponemos aún se pongan muy rápidamente al servicio del crecimiento", ha dicho Merkel.
"Queremos a la vez finanzas públicas sólidas y crecimiento. Queremos relanzar el crecimiento. Queremos no sólo mantener la estabilidad del euro sino también una Europa fuerte, moderna y competitiva", ha insistido.
"Somos conscientes de que la prioridad hoy es el crecimiento, el empleo y la competitividad de nuestro continente. Vamos a adoptar iniciativas a nivel europeo sobre el empleo y la formación de los parados, sobre la utilización de los fondos europeos al servicio del crecimiento y sobre la convergencia fiscal", ha asegurado Sarkozy.