No sé si el Gobierno de Rajoy esperaba una fuerte ovación por parte de los mercados después del primer paquete de medias fiscales que aprobó el pasado viernes. Pero con lo que seguro no contaba es con que los mercados, lejos de alegrarse por las iniciativas del nuevo Ejecutivo, castigaran a nuestra deuda pública con nuevas subidas de la prima de riesgo. Las noticias al respecto hablan de que esta nueva tormenta sobre la deuda española se debe al reconocimiento de un déficit presupuestario dos puntos por encima del objetivo para este año, al deterioro de las perspectivas para la economía española y a las dudas sobre el sistema financiero. Seguramente, todo ello es cierto, pero yo creo que hay bastante más detrás de este nuevo castigo de los mercados.
Creo que lo primero que les preocupa es algo que ya he denunciado en esta misma columna. Me refiero a las consecuencias de la estrategia de ajuste fiscal aprobada por el Gobierno. Y esa sí es una cuestión que preocupa, y mucho, a los mercados. Cuanto más aumente el paro, más se deteriorará la situación económica, y con ella la presupuestaria, además de que se producirán nuevos aumentos en la morosidad bancaria. En cambio, en cuanto se empiece a crear empleo, la situación económica podrá mejorar, se incrementarán los ingresos presupuestarios, disminuirán los pagos por prestaciones por desempleo y los riesgos del sistema financiero asociados con la morosidad empezarán a disminuir. La creación de empleo, por tanto, se convierte en un elemento fundamental de la estrategia de salida de la crisis. Sin embargo, en los próximos dos años no se van a tomar medidas fiscales para impulsar la generación de puestos de trabajo debido a que el Gobierno ha optado por subir el IRPF en vez del IVA y los impuestos especiales.
Desde el Ejecutivo resaltan, en este sentido, la importancia de la reforma laboral. Sin embargo, los primeros indicios que tienen los mercados es que el Gobierno podría no ser tan agresivo en este terreno como debiera, a tenor de las primeras declaraciones de la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Además, a los mercados no les gusta nada la idea de que la toma de decisiones en este sentido pueda aplazarse hasta que pasen las elecciones andaluzas, porque saben que no se perderán varios meses, sino puede que años, si sindicatos y patronal se dedican a firmar convenios colectivos de carácter plurianual antes de que se lleve a cabo la reforma de la negociación colectiva prometida por Rajoy, aquella para dar prioridad al convenio de empresa sobre cualquier otro, si es que finalmente se lleva a cabo. Los mercados también dudan de esto porque están viendo que lo que está haciendo Rajoy en política económica no tiene nada que ver con lo que prometió tanto en la campaña como en su programa electoral.
Por último, a los mercados no les está gustando nada la imagen que está dando el nuevo Gobierno en sus primeras semanas, con un De Guindos que quiere ir mucho más allá en el ajuste y un Montoro que prefiere ir despacio y no hace más que desmentirle. Si Rajoy quiere tranquilizar a los mercados, debería poner orden en el equipo económico y empezar a marcar prioridades ya, porque los mercados no esperan, como demuestra la evolución de la prima de riesgo.