El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha avanzado que el Gobierno seguirá trabajando de manera "urgente" esta semana para aprobar nuevas medidas en el Consejo de Ministros del jueves, después del paquete de ajuste aprobado la semana pasada, que incluía un recorte del gasto de 8.900 millones y un aumento de ingresos de 6.200 millones.
Así lo ha señalado Montoro en la toma de posesión de los altos cargos del Ministerio de Hacienda, aunque en una conversación posterior con periodistas ha matizado que las nuevas medidas que verán la luz el jueves no serán de ajuste ni de recorte, sino que buscan desarrollar programas de gobierno en "distintos ámbitos" para que los ciudadanos y Europa vean que hay un Ejecutivo "con empuje, trabajo e iniciativa".
En la misma conversación, Montoro ha asegurado que el Gobierno mantiene la previsión de un déficit "en el entorno del 8%" al cierre de 2011, pese a que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha dicho este lunes que el saldo negativo puede superar ese umbral.
"Hasta que no estén cerradas las cuentas no podemos adelantar más de lo que hemos adelantado", ha explicado Montoro, remarcando que "por tanto no hay cambios", y se ha limitado a remarcar que la prioridad del Gobierno es "taponar el déficit" y reequilibrar las cuentas tanto de la Administración Central como de las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
Para ello hay que actuar con reformas que afecten al conjunto de las administraciones públicas y sus trabajadores, convirtiendo a los funcionarios en sus "pioneros" para garantizar la eficiencia de los servicios públicos. "Los ciudadanos no necesitan unos servicios públicos infinanciables", ha advertido.
Tras recordar que para "taponar la herida de la economía española" se ha pedido un "esfuerzo proporcionado y temporal", ha remarcado que el Ejecutivo se va a dedicar a una tarea que "es difícil pero posible".
Montoro ha lanzado estos mensajes ante una audiencia compuesta por las ministras de Fomento, Ana Pastor, y la de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, así como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. También han estado presentes el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, y el presidente de la AEB, Manuel Martín.
Hemos mandado una "señal clara"
"Hemos mandado la señal clara de que hay un gobierno decidido y ahora estamos comprometidos a reequilibrar las cuentas públicas cuanto antes, porque si no tenemos una financiación adecuada no vamos a crecer ni vamos a crear empleo", ha remarcado, si bien ha eludido precisar si en este programa de actuación está prevista la privatización de las empresas públicas.
Además, ha señalado que este viernes no verá la luz la reforma de la Ley Estabilidad de Estabilidad Presupuestaria, una de las primeras normas que el Ejecutivo de Mariano Rajoy quiere poner en marcha.
Las AA.PP. están condenadas a entenderse
Los altos cargos del departamento, al que Montoro, en un lapsus, se ha referido todavía como Ministerio de Economía y Hacienda, han recalcado su intención de "dejarse la piel" en un momento "de muchísimas dificultades" para la economía española.
Así, el nuevo secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferré, ha asegurado que es consciente del "sacrificio" exigido a los españoles para afrontar este reto y ha prometido que se hará la "mejor política fiscal" posible para garantizar el crecimiento de la economía y el empleo
La secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Marta Fernández Currás, ha señalado que todas las administraciones "están condenadas a entenderse" ante el desafío que afronta España y garantizar la convergencia de las regiones.
Máxima "contundencia" contra el fraude fiscal
El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, ha asegurado que espera "dejarse la piel" y actuar "con acierto", y ha expresado su "compromiso" con las comunidades y ayuntamientos, sin los que no se entiende la reforma estructural. Además, ha asegurado que todos los empleados públicos "son y van a ser el motor del cambio que España necesita".
Por su parte, la nueva directora de la Agencia Tributaria. Beatriz Viana, ha remarcado que su departamento intensificará la persecución del fraude fiscal que, sobre todo en los momentos actuales, supone una "fuente de injusticia e inequidades", y contra el que se actuará "con toda la contundencia que se posible".