Italia ha salvado este jueves el segundo de sus match-balls de esta semana. Si el miércoles, el Tesoro transalpino lograba colocar más de 10.000 millones en deuda a seis meses y dos años; este jueves le tocaba el turno a las obligaciones a más largo plazo. El resultado ha sido satisfactorio, aunque no ha logrado llegar a los 8.500 millones que tenía fijados como objetivo. Quizás lo más importante ha sido el precio. Roma ha conseguido mantenerse por debajo de la barrera psicológica del 7%. Lo ha logrado por muy poco, pero en cualquier caso es un alivio para el Gobierno de Mario Monti. Toda Europa estaba pendiente de estas dos subastas y existía el temor de que un fracaso pudiera desatar una nueva crisis de deuda en los mercados.
De esta manera, el Tesoro italiano ha colocado este jueves 7.017 millones de euros en distintas emisiones de deuda con vencimientos que oscilaban entre los tres y los diez años, en las que ha ofrecido una rentabilidad inferior a la de operaciones anteriores, cuando los intereses marcaron máximos desde la introducción del euro, aunque en el caso de los bonos a diez años se mantuvo muy cerca del 7%.
En el caso de los bonos a diez años, el Tesoro transalpino ha ofrecido un rendimiento del 6,98%, por debajo del 7,56% abonado en la subasta del pasado mes de noviembre, aunque no demasiado lejos del umbral del 7%, considerado por varios analistas como insostenible a largo plazo.
Por otro lado, en la subasta de bonos a tres años el Tesoro italiano ofreció una rentabilidad del 5,62%, frente a los intereses récord del 7,89% abonados a finales de noviembre, informa Europa Press.
Italia logró colocar este miércoles 10.732 millones de euros en deuda con vencimiento a seis y veinticuatro meses en sendas operaciones en las que rebajó un 50% y un 38%, respectivamente, los intereses abonados, ante el incremento de la demanda en ambas subastas.