La prensa económica presenta esta semana una doble cara: por un lado, le tira su lado clásico, con noticias habituales en fechas navideñas, de repaso del año y perspectivas para el que viene. Sin embargo, en este fin de 2011, la actualidad está demasiado presente como para olvidarla, así que el Consejo de Ministros del próximo viernes y su esperadísimo paquete de medidas se cuela en sus portadas. La mezcla no deja de ser curiosa y hace que la lectura de los diarios salmón sea mucho más interesante de lo habitual en estas fechas.
Expansión, por ejemplo, otorga la parte principal de su portada a dos temas muy diferentes, pero igualmente atrayentes. Lo más previsible está en su tema de apertura, "La banca ajustará el valor de sus activos inmobiliarios". Según nos cuenta el periódico de Unidad Editorial, el Gobierno quiere sacar a la luz el agujero del ladrillo que esconden los balances bancarios. Sólo desde un correcto diagnóstico podrá empezar a prepararse una solución. Según esta información, el equipo de Luis de Guindos prepara "un recorte del 20% sobre la tasación actualizada". Esto implicaría un doble movimiento: primero la actualización de las tasaciones a precios de mercado actuales y luego un descuento del 20% sobre esta cifra (para cubrir posibles caídas posteriores del precio de la vivienda). Con este movimiento, el Ejecutivo espera acelerar las fusiones y dejar a las claras cuál es la verdadera situación del sector. Claro, el problema es quién pagará la factura del enfermo una vez que éste se encuentre en el hospital.
Para aquellos que prefieran temas menos complicados que el jeroglífico bancario, Expansión ofrece un segundo titular realmente curioso: "Repsol se alía a Burger King y será uno de sus mayores franquiciados mundiales". Al parecer, la petrolera ha firmado un acuerdo con la cadena de hamburguesas para que haya 150 restaurantes en sus gasolineras. Más del 50% de los ingresos de las estaciones de servicio de Repsol vienen ya del non oil, algo que potenciará con este tipo de acuerdos. Ya sabe, en unos meses, cualquiera podrá pasarse por la gasolinera y pedir, casi sin bajarse del coche: "Lleno de diésel con whopper completo".
Por su parte, El Economista alerta sobre una cuestión relevante, a la que a veces no se presta toda la atención que merece: "¡Tarifazo en el gas! Los peajes para las grandes industrias subirán un 14%". Las empresas españolas tienen una alarmante falta de competitividad respecto a sus competidores. Esto tiene muchas causas –mercado laboral, normativa, costes fiscales, regulación poco flexible,...- pero una de las menos comentadas es el elevado coste energético que soportan. La factura por este concepto que paga la industria hispana es bastante superior a la media europea... y esta tendencia se acentuará en el futuro cercano si se cumplen los planes del Gobierno.
El segundo tema del salmón blanco está centrado en la banca y en la falta de crédito que ahoga a la economía europea: "La banca se guarda todo lo que el BCE le concedió". De esta manera, nos enteramos de que las entidades "depositaron en el banco central casi toda la liquidez que les inyectó la semana pasada". Las nuevas necesidades de capital y la desconfianza hacen que los bancos europeos prefieran perder dinero a prestarlo: lo que se necesita ahora es liquidez a corto plazo para cumplir con los requisitos impuestos por la Comisión, incluso aunque esto suponga pedir al 1% y prestarlo al 0,25% (que es lo que están haciendo ahora).
Por su parte, el tercero de los diarios económicos, Cinco Días, dedica su primera a preguntarse: "¿Y si vendemos las joyas?". Como cualquier familia en dificultades, si el Estado quiere reducir su deuda, uno de los caminos más cortos sería vender algunos de sus bienes más valiosos. De esta manera, el diario de Prisa se hace eco de un estudio del Santander que valora "las empresas del Estado en 29.100 millones". Loterías sería la más valiosa, seguida de Aena, Renfe o Adif. Sólo con las participaciones en las cotizadas podría sacar casi 2.400 millones. Vamos, que ya nos imaginamos a Luis de Guindos yendo a la casa de empeños, con las joyas de la abuela, un trozo de EFE y un pedazo de RTVE: a ver cuánto puede sacar, que la cosa está muy mal.