Pues estamos en un momento, en el que nadie se fía de nadie, pues a pesar de la legislación existente, no es de fiar.
Estamos ante una degeneración constante y continuada de nuestros políticos en la ordenación de la sociedad, a través de una legislación correcta. Pero dado el entramado entre políticos, politiquillos y grandes fortunas, no puede, en puridad, atribuirse el desastre a la clase política, sino a esas partes de la sociedad que ya mencioné.
a los demás, nos toca sencillamente pagarlo.
La cara que tienen... Lo depositan en el BCE, tras ser prestado por éste, sólo a la espera de comprar bonos soberanos y hacer el negocio perfecto. Firman al 1,75% y compran al 5 o 7% -casos de España o Italia- o incluso al 3% -en el caso de países con menos riesgo-. Pero a esos volúmenes de miles de millones Euros la ganancia es sobresaliente.
Pero prestar o invertir directamente en crear negocio en sus países ni hablar.
Habría que regular todo esto; no para limitar la libertad bancaria, sino para estimularla.
Pues estamos en un momento, en el que nadie se fía de nadie, pues a pesar de la legislación existente, no es de fiar.
Estamos ante una degeneración constante y continuada de nuestros políticos en la ordenación de la sociedad, a través de una legislación correcta. Pero dado el entramado entre políticos, politiquillos y grandes fortunas, no puede, en puridad, atribuirse el desastre a la clase política, sino a esas partes de la sociedad que ya mencioné.
a los demás, nos toca sencillamente pagarlo.