El Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales no podía finalizar su gestión de la era González-Sinde sin resolver y pagar la convocatoria anual de subvenciones a los largometrajes coproducidos con otros países.
Se trata de una línea de subvenciones distinta de la financiación pública de las películas producidas exclusivamente en España, cuyo montante final, por importe de 3,2 millones de euros se destina a premiar a las productoras españolas que realizan largometrajes en colaboración con empresas de cinematografía de otros países.
Estas subvenciones pueden llegar a suponer más de la tercera parte del total presupuestado sobre el papel, como ocurre en el caso de las películas Cuando los caballos aprendieron a llorar, de Nicolás Pereda, o El cuento de las cosas importantes, dirigida por Rocío de la Huerta.
Por su parte la productora El Terrat, propiedad de Andreu Buenafuente y actualmente en graves dificultades económicas que la han llevado a plantear un ERE masivo, se ha beneficiado también de la entrega de 400.000 euros para financiar la película Somos gente honrada, que con un presupuesto declarado de 1.660.000 euros ha sido dirigida por Alejandro Marzoa Blasco.