Portugal confirmó este martes que espera cerrar este año con un déficit público del orden del 4 %, menos de la mitad del que tenía al acabar 2010, aunque gracias a la transferencia al Estado de los fondos de privados pensiones de la banca.
El ministro de Finanzas luso, Vítor Gaspar, afirmó en una comparecencia en el Parlamento que la reducción del déficit muy por debajo del 5,9 % que le exigían las condiciones de su rescate financiero hace innecesario que se adopten más medidas de austeridad.
No obstante Portugal deberá endurecer en 2012 su legislación laboral, con reducción de las indemnizaciones por despido a la mitad y recortes de gastos en educación, salud y otras partidas sociales, según la última actualización del memorando firmado recibir la ayuda internacional, divulgado hoy por la agencia estatal Lusa.
Sobre el déficit luso, Gaspar señaló en el Parlamento que habría superado el 8 % sin los fondos de pensiones y las medidas extraordinarias adoptadas por el Ejecutivo conservador que ganó las elecciones anticipadas de mayo, entre ellas un impuesto equivalente a la mitad de la paga extra de Navidad de los trabajadores.
El ministro se mostró también confiado en que Portugal logrará cumplir la meta de mantener el déficit en el 4,5% en 2012 sin recurrir a más medidas de austeridad.
Los presupuestos estatales para 2012, aprobados gracias a la mayoría parlamentaria absoluta del Gobierno, ya prevén reducciones de salarios y congelación de pensiones en el sector público, aumento de media hora gratuita en la jornada de todos lo trabajadores, recortes de subsidios y gastos del Estado, y aumentos de impuestos.
El secretario de Estado luso adjunto al primer ministro, Carlos Moedas, anunció este martes, además, que en 2012 se reducirá a la mitad de lo previsto, la indemnización legal por despido, que pasará de 20 días por año trabajado a entre 8 y 12 días.
Portugal se ha visto obligado a aplicar un severo programa de austeridad para cumplir las condiciones del préstamos de 78.000 millones de euros que le concedieron en mayo la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar la bancarrota del país.