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El candidato español al Tribunal de Cuentas: "Hay alguien en Bruselas que quiere el puesto"

El catedrático de Economía Aplicada se muestra sorprendido por el intento de detener su nombramiento hasta que haya un nuevo Gobierno.

Los nombramientos en Bruselas son siempre una cuestión complicada. Hay numerosos intereses –políticos, nacionales, personales, etc...-. No es fácil conseguir el consenso sobre un candidato. Por eso, puede entenderse como una buena noticia la facilidad con la que los nombres propuestos por los países para el Tribunal de Cuentas de la UE (European Court of Auditors – ECA) consiguieron el respaldo del Parlamento Europeo: siete de los ocho candidatos al ECA recibieron un informe favorable de la comisión presupuestaria (sólo la idoneidad del candidato irlandés se puso en entredicho) y los ocho fueron respaldados ampliamente por el pleno de la Eurocámara.

Por parte de España, el candidato es Juan Francisco Corona Ramón, catedrático de Economía Aplicada y rector honorario de la Universidad Abat-Oliba-Ceu. Con tres décadas de experiencia en el área de la Hacienda Pública y la Auditoría, el profesor Corona Ramón ha trabajado con todos los gobiernos de la democracia española, desde Felipe González a Rodríguez Zapatero, pasando por José María Aznar. Su perfil reúne todos los requisitos técnicos que se requieren para el cargo. Políticos de todos los colores han trabajado con él (incluso, fue miembros del Consejo Asesor de Faes en Cataluña) y ha estado destinado en el Banco Mundial, Unión Europea, Organización de Seguridad y Cooperación Europea, Banco Interamericano de Desarrollo y Corporación Interamericana de Finanzas. Por eso, fue aún más extraña la noticia de que desde el PP europeo (especialmente algunos de sus eurodiputados españoles) se intentaba retrasar la votación del Parlamento para conseguir que el nuevo Gobierno pudiese designar a su candidato.

El trámite parlamentario finalizó la semana pasada. Luego, la decisión está en manos de los países, pero es muy extraño que se eche para atrás un nombramiento con el visto bueno de la Eurocámara.

Según informó Efe desde Bruselas, el grupo del Partido Popular Europeo pidió retrasar la votación de la Eurocámara, dado que Corona había sido propuesto por el Ejecutivo del PSOE. Sin embargo, retrasar el voto hasta conocer la opinión del nuevo Ejecutivo del PP no consiguió los apoyos suficientes de la Eurocámara. El propio presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, abogó por no prorrogar el voto dado que "aquí se vota en nombre de Europa. No dependemos de ningún cambio de gobierno".

Libre Mercado se ha puesto en contacto con Juan Francisco Corona Ramón, para conocer su opinión acerca de toda esta extraña peripecia:

- ¿Qué le parece toda esta polémica que se ha montado respecto al nombramiento de un cargo que se supone que es técnico?

- Me he llevado una sorpresa enorme. Yo soy independiente, he trabajado para todos los Gobiernos en democracia, tanto en España como para los ejecutivos catalanes. A mí en su momento me informaron de que el Gobierno me había propuesto para el Tribunal de Cuentas de la UE. El trámite reglamentario establece que el Consejo Europeo, antes de emitir un dictamen, pide una opinión al Parlamento y éste, a una comisión. Evidentemente, hay que rellenar un formulario con preguntas de tipo técnico (sobre las cuestiones que se tratan en el tribunal) y personal (la gran mayoría tratan sobre la independencia del candidato). Eso es lógico porque hablamos de un Tribunal que tiene que juzgar la ejecución presupuestaria de la UE, lo que puede afectar a los gobiernos. Cuando me comentaron esta propuesta, presenté el documento y me convocaron a una audición el 23 de noviembre.

- ¿Qué paso durante aquella entrevista?

- Yo fui allí y me encontré con que, sorprendentemente, algunos eurodiputados del PP, un alemán y un español, en vez de preguntarme por mi capacidad para el puesto, me preguntaban que por qué no presentaba yo mi renuncia a esta candidatura, para que el nuevo Gobierno pudiese elegir a su candidato. Les dije que yo no había presentado nada y por eso no podía retirar nada. Además, según el reglamento interno del Tribunal, lo que se pide y se valora más es la independencia de sus miembros respecto a los gobiernos y los políticos.

Se hizo una votación que salió favorable para mí (todos los candidatos, salvo el irlandés obtuvimos un dictamen favorable). Luego, la Comisión pasó esta información al Parlamento para que se votase en el plenario. Y aunque históricamente el pleno vota en la misma dirección que la comisión, parece que bastantes eurodiputados del PP europeo votaron en contra, aunque el resultado final fue favorable.

- ¿Qué sintió al ver este voto contrario?

- Es asombroso, porque se votaba mi capacidad para el cargo. Esto es algo alucinante. Desde Bruselas, me han dicho que posiblemente tenga uno de los perfiles más adecuados para el puesto (hay que ser experto en hacienda pública y auditoria que es a lo que me he dedicado durante años). Es sorprendente: esto es la política, pero en ocasiones hay que ser un poco sensato. Nos ha dejado absolutamente estupefactos, no sólo a mí.

- ¿Y cómo lo interpreta?

- Lo interpreto como que alguna persona en Bruselas estaba interesado en el cargo y habrá pensado que, si ahora no se cubría, quizás pueda proponerle el nuevo ministro. El problema es que el presidente del Parlamento Europeo ya dejó muy claro que éste órgano vota en clave europea. Y por eso dijo que aquí los cambios de gobierno en España no tienen nada que ver. Lo que se quiere es que el candidato sea independiente. ¡Qué mejor garantía de independencia que un candidato que ha sido nombrado por el Gobierno anterior!

- ¿Por qué usted tiene un perfil eminentemente técnico y muy poco político?

- Mire, yo he trabajado prácticamente con todas las personas que suenan como nuevos ministros de Economía, conozco a buena parte de los ministros anteriores del PP y algunos son amigos míos. Esto es algo que no tiene la más mínima lógica. Yo he trabajado incluso en el Consejo Asesor de Faes en Cataluña. A veces pienso que habría que hacer una película con lo que está pasando. He trabajado con casi todos los gobiernos de la democracia: con Felipe González, también con Aznar intensamente, he tenido relación con el equipo de Pedro Solbes y Elena Salgado...

- ¿Está enfadado, molesto, triste...?

- Más que enfadado, estoy sorprendido. Pero me pasa a mí y a cantidad de gente que me ha ido llamado y me pregunta a costa de qué ha ocurrido esto. Me preocupa que estemos llegando a un nivel de politización en el que ya se entiende que todos los cargos, incluso los de tipo técnico, tienen que ser políticos.

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