La salida de la crisis económica es la principal prioridad política de Mariano Rajoy, que quiere empezar a tomar medidas en cuanto se forme el Gobierno. No puede esperar mucho para hacerlo porque la Unión Europea y los mercados demandan que se empiecen a tomar ya las decisiones que necesita la economía española. Este hecho va a condicionar la formación del equipo económico del primer Ejecutivo Rajoy.
Según fuentes del Partido Popular, el primer Gobierno Rajoy tendría un Ministerio de Economía y otro de Hacienda, con el fin de que no se concentren todos los problemas relacionados con la crisis en un solo departamento. En principio, Economía absorbería al actual Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y el de Hacienda tendría las competencias sobre la Seguridad Social con el fin de desarrollar una política presupuestaria integral.
Además, de acuerdo con estas mismas fuentes, Rajoy no quiere perder un solo minuto y empezar a tomar decisiones con carácter inmediato, con lo cual colocará en esos ministerios a las personas que ya están trabajando en las medidas que hay que adoptar en cuanto el PP llegue formalmente al poder, porque no puede esperar a que los nuevos ministros se familiaricen con sus respectivos departamentos y con los problemas que tienen que resolver.
Este hecho, en principio, aseguraría la presencia de Cristóbal Montoro en el Consejo de Ministros. Montoro, que ya fue titular de Hacienda en la segunda legislatura de Aznar, viene trabajando desde hace tiempo en el diseño del paquete de medidas que hay que aprobar en cuanto el nuevo Gobierno tome posesión. Lo que no está claro aún es si finalmente volverá a repetir en Hacienda, un cargo que dice ilusionarle menos, o en esta ocasión estará al frente del Ministerio de Economía, donde ya fue secretario de Estado en la primera legislatura de Aznar.
El destino final de Montoro condicionará el nombre de la persona que ocupará la otra gran cartera económica. Si finalmente el político jienense recala en Economía, quien tendría casi todas las papeletas para encargarse de Hacienda sería Elvira Rodríguez, según fuentes del PP. Rodríguez, una persona que cuenta con la confianza plena de Rajoy, conoce a fondo los secretos del presupuesto, ya que gran parte de su trayectoria profesional se ha desarrollado en el Tribunal de Cuentas; con Montoro en Hacienda fue secretaria de Estado de Presupuestos. Además, también tiene experiencia ministerial puesto que ocupó la cartera de Medio Ambiente en el último Gobierno Aznar. En principio, según fuentes del PP, esta sería la combinación más probable para el núcleo duro del equipo económico de Rajoy.
No obstante, si Montoro volviera nuevamente a Hacienda, quien se ocuparía entonces del Ministerio de Economía sería, con toda probabilidad, Luis de Guindos, que fue director general de Política Económica y, con posterioridad, secretario de Estado de Economía con Rodrigo Rato. De Guindos viene trabajando con el equipo económico del PP desde que el partido perdió las elecciones generales de 2004 y forma parte del grupo de personas que están trabajando en el diseño de la política económica del nuevo Gobierno, en especial del saneamiento del sector financiero, que es responsabilidad tanto del Ministerio de Economía como del Banco de España.
De hecho, el destino final de De Guindos podría ser también el cargo de gobernador del Banco de España cuando llegue el momento de la renovación en la próxima primavera. Según fuentes del PP, Rajoy habría aceptado sus ideas acerca de la consolidación del sector financiero en el sentido de que se lleve a cabo una segunda oleada de fusiones para que, finalmente, queden ocho o diez entidades entre bancos y cajas de ahorros. Sin embargo, De Guindos podría contar con un rival con muchas posibilidades para el puesto. Se trata de José Manuel González Páramo, actual vocal del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo –una experiencia muy importante para todo lo que tienen que negociar las autoridades económicas españolas de cara a la política para superar la crisis- y que ha sido también consejero del Banco de España. En este sentido, hasta el nombramiento del actual gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se había mantenido la tradición de que el gobernador procediera del propio supervisor del sistema bancario. En este sentido, en el PP recuerdan que Rato colocó a Jaime Caruana, que procedía de Renta 4, como director general de Supervisión Bancaria del Banco de España como paso previo a su nombramiento como gobernador de la institución.
Lo que también sigue siendo un misterio en relación con la renovación de los órganos de gobierno del Banco de España es si Rajoy recuperará la tradición rota por Zapatero de que el Gobernador lo proponga el gobierno y el subgobernador el principal partido de la oposición o si, por el contrario, el Ejecutivo designará a las personas para ocupar los dos cargos. En este último caso en el PP no descartan que se pudiera formar un tándem con González Páramo y de Guindos.
En relación con el Ministerio de Trabajo, en el PP afirman que Rajoy podría nombrar a un independiente, siempre y cuando éste actuara conforme a los criterios marcados por el propio Rajoy y en consonancia con las instrucciones emanadas desde el Ministerio de Economía, con el fin de articular una política económica integral y evitar, además, la repetición del enfrentamiento que protagonizaron Rato y Juan Carlos Aparicio con ocasión de la reforma laboral que aprobó el PP en su segunda legislatura en el poder. Un perfil de estas características, y teniendo en cuenta los mensajes al respecto que ha ido enviando Mariano Rajoy, podría dejar fuera del cargo al ex secretario general de CCOO, José María Fidalgo, con cuyo nombre se había especulado para el puesto.
En cuanto al Ministerio de Asuntos Exteriores, aunque éste no forma parte del equipo económico del Gobierno, Rajoy quiere que tenga un perfil mucho más económico, con el fin de promover la internacionalización de la actividad de las empresas españolas como vía de modernización y desarrollo del tejido empresarial y como uno de los pilares para superar la crisis. En este sentido, fuentes del PP señalan que Rajoy recuperaría los planes iniciales desarrollados por el Gobierno Aznar para integrar las oficinas comerciales en las embajadas e, incluso, para una posible unificación de los cuerpos diplomático y de técnicos comerciales del Estado. Dado que estos planes fueron desarrollados por el equipo de Rodrigo Rato, este hecho ha desencadenado los rumores sobre una posible vuelta a la política del actual presidente de Bankia para ocupar el cargo, un extremo que en el PP ni confirman, ni desmienten, si bien recuerdan que fue Miguel Arias Cañete quien presentó la ponencia de política exterior en el último congreso nacional del partido, lo que hace que su nombre entre también en las quinielas para el cargo.