La crisis de deuda que vive la Eurozona desde hace casi dos años ha traído muchas noticias insólitas a las páginas económicas. Pero pocas habrá más curiosas que la que esta mañana se comentaba en los mercados. Asegurar la deuda griega a cinco años costaba más que el rendimiento de esa misma deuda. Es decir, si alguien quería comprar un seguro (CDS) para cubrir 10.000 euros en bonos helenos, el precio que tenía que pagar era de 10.115 euros.
Evidentemente, esto es absurdo. Nadie pagaría 10.115 euros para cubrir un impago de bonos de 10.000 euros. Lo peor que le podría ocurrir a este inversor si el Gobierno griego quiebra es perder 10.000 euros, por lo que no tendría ningún sentido pagar 10.115 euros para evitarlo.
La razón de estas cifras (que pueden verse en la imagen de debajo) habría que buscarla en la falta de mercado de los bonos griegos. No hay oferta y demanda real de este tipo de activos, por lo que simplemente no pueden utilizarse como un indicador válido de la situación real del mercado. Pero esta curiosidad sí que sirve para que nos hagamos una idea de la poca fiabilidad que los inversores otorgan a la deuda helena.
Pese a los planes de reestructuración ya en marcha y pese a que esta misma semana la troika se reunirá de nuevo en Atenas con el nuevo Gobierno griego con el objetivo de implementar un nuevo plan de rescate, parece evidente que estos anuncios no han surtido efecto entre los inversores.
Atenas lanza el martes una emisión de Letras del Tesoro con un vencimiento de seis meses con la que espera recaudar 1.250 millones de euros con los que hacer frente a pagos urgentes. Además de la venta de deuda soberana, el Gobierno heleno espera recibir en los próximos días los 8.000 millones de euros correspondientes al sexto tramo del préstamo aprobado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en mayo de 2010.