Los líderes de los países de la eurozona ultiman un acuerdo para proporcionar 150.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de préstamos bilaterales de sus bancos centrales con el objetivo de contar con un nuevo instrumento para combatir la crisis de deuda y frenar el contagio a España e Italia, según han informado fuentes europeas.
Este crédito podría completarse con otros 50.000 millones de euros de los Estados miembros que no forman parte del euro.
Además, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE negocian combinar los 440.000 millones de euros del fondo de rescate temporal y los 500.000 millones del mecanismo permanente de asistencia financiera, cuya entrada en vigor se adelantará a 2012, en lugar de 2013 como estaba previsto.
El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha propuesto además dar licencia bancaria al fondo permanente, lo que le permitiría recurrir a la financiación del Banco Central Europeo (BCE) y aumentar así su potencia mediante el apalancamiento.
No obstante, Alemania sigue resistiéndose tanto a la combinación de los dos fondos como a la licencia bancaria para el mecanismo permanente.