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Emilio J. González

¿Hay que subir el IVA?

Lo que debe tener claro el PP es que, para salir de la crisis, la carga del ajuste fiscal tiene que recaer necesariamente sobre el gasto, más que sobre los ingresos.

Según informó esRadio este martes a mediodía, el Partido Popular estaría considerando la posibilidad de subir el IVA, si bien hay división de opiniones al respecto en el seno del PP. De adoptarse esta medida, chocaría frontalmente con lo que ha venido defendiendo Rajoy a lo largo de los últimos meses sobre la conveniencia y la necesidad de reducir los impuestos en España. Entonces, ¿qué podría justificar este movimiento?

La subida del IVA sólo tendría sentido en dos escenarios: el de aceleración del ajuste presupuestario y el de bajada de otros impuestos. Empecemos por el primero. Según las informaciones que ha venido publicando Libertad Digital en los últimos días, Rajoy estaría ‘obsesionado’ con la reducción del déficit público. No es para menos. Mientras no se empiecen a adoptar medidas serias en ese sentido, la prima de riesgo difícilmente desaparecerá y dicha prima, además de encarecer la financiación del Estado y del conjunto de la economía, está poniendo permanentemente en cuestión la viabilidad de nuestras cuentas públicas porque los intereses que se pagan por la deuda incrementan el gasto público y el déficit. En consecuencia, es prioritario reducirla lo antes posible. Además, la financiación del déficit impide que lleguen recursos al sector privado, que es el verdadero generador de crecimiento económico, bienestar y puestos de trabajo. En resumen, déficit más prima de riesgo implica recursos financieros escasos y caros y si queremos salir de la crisis, lo que tendremos que hacer es que éstos sean abundantes y baratos para que se pueda invertir. De ahí las prisas por corregir el desequilibrio presupuestario y que pueda tener sentido una subida temporal del IVA.

Rajoy, además, ha prometido bajar los impuestos a las empresas y los autónomos para que puedan sobrevivir y empezar a crear puestos de trabajo, sobre todo si, además, sale adelante la reforma laboral que necesita este país. Para que la Unión Europea le permita recortar dichos tributos ya mismo el próximo presidente del Gobierno tendrá que garantizar que los objetivos de déficit no correrán peligro tanto con medidas de ajuste del gasto como, probablemente, de aumento de impuestos que compensen esa pérdida de recaudación. Se trataría, en definitiva, de aliviar la presión fiscal en aquellos tributos que van contra la inversión y el empleo y cargarla un poco más en aquellos otros que son más neutrales al respecto. El incremento del IVA, en este caso, también tendría sentido siempre y cuando dicha subida sea temporal y se revierta cuando las cuentas públicas estén saneadas o, a cambio, se recorten otros tributos que desincentiven la inversión, el empleo o el ahorro.

En cualquier caso, lo que debe tener claro el PP es que, para salir de la crisis, la carga del ajuste fiscal tiene que recaer necesariamente sobre el gasto, más que sobre los ingresos. El déficit público es un gran problema, cierto, pero también lo es la situación de nuestras empresas y del empleo y ésta no se resuelve subiendo impuestos, sino todo lo contrario.

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