El rescate de la Eurozona a España e Italia podría encontrarse en las próximas horas con un inesperado obstáculo. Algunos de los miembros republicanos del Congreso y el Senado de los EEUU han anunciado que presentarán una enmienda para que el representante de su país ante el FMI vote en contra de la eventual financiación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Según informa una de las webs políticas más conocidas de EEUU, The Hill, el senador republicano por Oklahoma Tom Coburn y la congresista de Washington Cathy McMorris están preparando algún tipo de iniciativa para que no se financie con dinero norteamericano (este país es el principal contribuyente del FMI) el rescate de las economías europeas en dificultades.
En toda esta polémica, es importante el viaje que Tim Geithner comenzará el próximo día 6 por Europa. Los representantes republicanos creen que el Gobierno de Barack Obama no les ha informado con exactitud de lo que se negociará en el rescate y de hasta dónde está dispuesto EEUU a abrir la mano con los fondos del FMI.
"Estoy absolutamente en contra de que el FMI se involucre en esta cuestión. Europa va a impagar en cualquier caso, por lo tanto, ¿por qué socializar las pérdidas de su despilfarro?", aseguró Coburn. Según sus cálculos, EEUU tendría que pagar hasta 176.000 millones de dólares de ese posible rescate, algo a lo que no está dispuesto. La solución sería una enmienda para ordenar a que el representante americano en el Fondo vote en contra de la participación en el programa de ayuda.
En los últimos días ha habido numerosas versiones sobre cómo se ejecutaría la ayuda que la UE quiere hacer llegar a España e Italia. Este viernes, ha cobrado fuerza la versión de que el FMI podría servir como enlace, para que el BCE aportase parte del rescate (algo que de otra manera estaría prohibido).
De esta manera, el Banco Central Europeo prestaría entre 100.000 y 200.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional para que este organismo extienda, a su vez, líneas extraordinarias de crédito a los países más débiles de la zona euro, en referencia a España e Italia. De este modo, el BCE evitaría por la puerta de atrás la prohibición de financiar directamente a gobiernos de la zona euro, ya que el artículo 23 de sus estatutos señala que puede llevar a cabo "cualquier tipo de operación bancaria en relación con terceros países y organismos internacionales, incluidas operaciones de préstamo y endeudamiento". Eso sí, también el FMI tendría que poner parte de sus fondos en el programa de rescate.